@|Uno de los más populares dichos del refranero español es aquel que dice: “Nunca es tarde si la dicha es buena”. Este refrán viene al caso ante la convocatoria del inefable Fernando Pereira a bajar el tono del diálogo político.
La loable iniciativa sería aceptable si las intenciones fueran honestas y sinceras, pero parecería olvidar el convocante que durante los 30 meses de este mandato, el conglomerado de izquierda que hoy él preside, se ha dedicado en forma incansable a cuestionar, denostar, discutir, mentir, denigrar y poner en tela de juicio todas las propuestas planteadas por el gobierno de coalición. El cual, dentro de su programa de trabajo, intenta ordenar un país entregado con desocupación, crisis educativa, caos en la seguridad, más de 600 asentamientos indignantes y un enorme déficit fiscal que le cuesta al fisco miles de millones de dólares anuales, tan solo por el pago de intereses.
Yo creo que “la dicha es buena” siempre, pero sólo cuando de verdad “llega” y, para que ello suceda, habrá que remar mucho para sacar adelante la “Reforma de la Seguridad Social”, la “Reforma de la Educación”, la eliminación de asentamientos sustituyéndolos por viviendas dignas y la baja del déficit fiscal.
En nuestro país, la oposición Pit Cnt es definitivamente “Estatista” y como tal, le importa nada más que el populismo económico, típico de las izquierdas sudamericanas, aún a costa de aumentar más la obesidad del Estado.
Por ello, dudo de la sinceridad de la oferta de paz y espero con escepticismo los próximos movimientos de la oposición izquierdista en su conjunto, porque de nada valen las expresiones públicas (para la tribuna) de un referente, si por detrás varios están preparando la oportunidad de la puñalada artera.
“Nunca será tarde si la dicha llega”, pero eso sucederá cuando el gobierno de coalición haya logrado sacar adelante los grandes desafíos con los que encaró su mandato y se verá, entonces, si la izquierda vernácula habrá bajado sus pretensiones y, con responsabilidad política, dejado de ser “parte del problema, colaborando con serlo de la solución”.