@|Cuando se discutió en el Senado el proyecto de ley que limita durante 60 días el derecho de reunión pacífica y sin armas consagrado por el art. 38 de la Constitución, utilizando una facultad que el mismo artículo da a los legisladores, las manifestaciones del Senador del Partido Nacional Sebastián Da Silva definen cabalmente tanto la molestia que invade a nuestra colectividad por tener que impulsarlo, como la gravedad de la situación que obliga a hacerlo: “Si un blanco limita por 60 días la libertad de reunión, es porque esto no es moco de pavo. Hay olor a CTI, hay olor a circunstancias complicadas”.
Para comprender su alcance, además de tener presente que este gobierno prioriza la salud, hay que asociarlas al concepto de “libertad responsable”, acuñado por nuestro Presidente, el Dr. Lacalle Pou. Antítesis de los conceptos de “cuarentena obligatoria” o de “confinamiento”, también obligatorio o forzoso, utilizados en otros países y que conllevan el establecimiento de un estado policíaco que controla los movimientos de todos y de cada uno de sus habitantes, cuyo fracaso para controlar esta pandemia quedó demostrado.
Es evidente que a nueve meses de declarada la emergencia sanitaria, se hizo necesaria esta antipática ley gracias a los “covidiotas” que irresponsablemente concurren a “fiestas clandestinas” y distintos tipos de aglomeraciones injustificadas- además de organizarlas-, atentatorias contra la salud pública (la salud de los demás y la propia de los involucrados), para quienes no alcanzó con las disposiciones reglamentarias y las exhortaciones, ni con quedar expuestos a incurrir en el delito de desacato.
Yendo a lo permanente: el Partido Nacional (autodefinido como una “comunidad de hombres libres”, en sentido genérico, sin caer en la estulticia de lo “políticamente correcto”) siempre se caracterizó por el respeto a la libertad en todas sus formas, pues la considera ínsita al ser humano. Y así la considera tanto hacia adentro como hacia la sociedad en general.
Por eso son bienvenidas las manifestaciones del Senador Da Silva; expresaron claramente y sin eufemismos el sentir de todos los blancos.
¡Qué lindo que es ser blanco!, orgullosamente blanco.