@|Escribo esta carta para alertar a los uruguayos que viajan a Orlando, Estados Unidos.

Estuvimos con mi esposa tres semanas visitando a un familiar.

Tres días antes de volver estábamos almorzando en una famosa tienda de origen sueco y a mi esposa le robaron su cartera.

Al tomar consciencia de eso anulé, en el sitio web de las tarjetas de crédito, su utilización para que, segundos más tarde, nos llegaran varios intentos de compra con ellas en una tienda de tecnología por sumas inauditas que superaban los US$ 4.000, las que, obviamente fueron bloqueadas por los emisores.

Tuvimos que trasladarnos hasta Miami a solicitar un salvoconducto para regresar a Montevideo. Una semana después, nos enteramos que a otra uruguaya que había adquirido un celular se lo robaron en la recepción del hotel en el que se hospedaba.

Lamentablemente: ¡Orlando ya no es un paraíso!