@|El problema no es de las pelusas de los árboles que molestan y enferman los ojos, sobre todo cuando hay viento. El problema es que Montevideo está muy sucia; no se aspira con máquinas, ni se barre, ni se lava como lo vemos en otras ciudades (véase como ejemplo Buenos Aires).
Y ese infame polvillo queda depositado en veredas y calles, esperando que una lluvia salvadora amortigüe sus efectos.
La señora Intendenta dice que la ciudad está más limpia que nunca, no sé qué está mirando, o no sufrió la basura en sus ojos aún.
Es lamentable, estamos hablando de una labor fundamental que es la higiene de la ciudad, y esto es una vergüenza.