@|En los últimos días, el periodista Gabriel Pereyra se expresó en términos desusadamente insultantes sobre la senadora Graciela Bianchi, tratándola de “payaso patético”. Un periodista a quien desde hace más de una década tenía yo como referente de hombre digno de ser escuchado y de reflexionar acerca de sus palabras, se expresó de un modo que lo descalifica como alguien equilibrado y serio.
Se podrá pensar que la senadora Bianchi tiene un estilo peculiar y contundente, pero ella es la única personalidad política que ha merecido semejantes descalificativos de parte del periodista Gabriel Pereyra.
Hace muchos años que el susodicho se desarrolla en su profesión y tuvo la posibilidad de entrevistar en los medios a múltiples personajes de la política, así como redactar crónicas acerca de hechos o actos de diversos legisladores y ministros e incluso presidentes de la República. Y no todos ellos han mostrado un comportamiento equilibrado como parecería que le gusta a Pereyra.
Por ejemplo, uno de ellos ha sido diputado, senador, ministro y luego Presidente de la República, el ex guerrillero José Mujica, persona que nunca ha eludido utilizar expresiones soeces de toda laya, de lo cual todo el pueblo uruguayo es testigo. Y nunca le he oído a Pereyra criticar ni siquiera suavemente las groseras salidas de tono de Mujica.
En los últimos tiempos de vida del presidente Vázquez, el periodista Pereyra lo visitó en su casa y comentando sobre el hecho tuvo hacia el ex Presidente expresiones de una calidez rayana en un profundo afecto, tales que provocaban una contagiosa emoción en el lector o en el escucha (creo recordar que lo escuché en su programa “En la mira”). Y me pareció bien.
En esa instancia y en otras, Gabriel Pereyra demostró poseer una cultura y conocimiento del lenguaje suficientemente amplio como para expresarse con solidez intelectual y respeto hacia el interlocutor y hacia el televidente u oyente.
Pero nada de eso fue lo que demostró en su grosera crítica a la senadora Bianchi.
A cuento de esto recuerdo los programas de un gran periodista argentino que puede verse en el canal de cable TN los días lunes, Joaquín Morales Solá; quien habiéndose enfrentado innúmeras veces a políticos inmersos en actitudes altamente criticables, ha usado en sus entrevistas un diálogo firme, profesional y con acentuada hidalguía, sin dejar de lado la crítica pero llevándola a cabo en un marco de civilizado y educado estilo.
Sería bueno que Pereyra observara a ese maestro de periodistas, porque a la vista está que Pereyra podrá aprender de aquel lo tan importante que le falta. Y en todo caso, si cree que un legislador promueve un estilo de baja calidad, sería lógico que el periodista no se ubique más abajo de aquel a quien critica. Porque eso fue lo que sucedió.