@|Debemos recordar el 1° de octubre de 2012, como fecha tragicómica de la subasta de Pluna, o Plunagate, donde un ex empleado y familiar de López Mena, se presentó como ofertante, con su segundo nombre y apellido, alegando ser dueño de la empresa española Cosmo.
Efectivamente, Antonio Sánchez se presentaría como representante de Cosmo, empresa con dos aviones y deudas, y le pagaría a su propietario, Álvarez Hernández, 13.5 millones de dólares por prestar el nombre.
Todo sale a la luz cuando el adeudado propietario denuncia que recibió solo 500 mil euros.
En esta tramoya participaron el Presidente Mujica, el Ministro de Economía Fernando Lorenzo y el Presidente del Banco República, Fernando Calloia (ambos procesados).
Este suceso, digno de un libreto para cine como documental o tragicomedia, finalizó con denuncias cruzadas entre López Mena y el propietario de Cosmo, la quiebra de su empresa, el reparto de los 800.000 dólares de la subasta entre los rematadores que se inscribieron para el remate trucho; como si fuera poco, el triste final de un destartalado avión de Pluna siendo arrastrado por un camión por la Interbalnearia.