@|La neurociencia dice que el diseño de nuestro cerebro es sociable, inexorablemente atraído a un íntimo enlace, cerebro a cerebro, cada vez que nos relacionamos con otra persona.
Ese puente nervioso impacta en la mente y en el cuerpo de cualquier persona con la que interactuamos.
Esta vida social ha tenido ventajas evolutivas del cerebro y ha permitido desarrollar las áreas dedicadas a las funciones sociales. Nuestra conducta y toma de decisiones debe ser analizada colectivamente (Manes, Facundo y Niro, Mateo. 2014. Usar el cerebro. Editorial Planeta S. A.1ª Ed. pág. 264).
La respuesta social del cerebro percibe que las emociones y biología están dirigidas y moldeadas para bien o para mal, por los otros, y a su vez, nosotros somos responsables por cómo afectamos a las personas en nuestras vidas. El lazo entre la empatía y nuestro sentido de lo que está bien y lo que está mal, tiene una base neuronal, llamada “marcador somático”. Estos se superponen neurológicamente y cuando percibimos una emoción en alguien, ésta activa los mismos senderos nerviosos para ese sentimiento en nosotros, además del sistema de circuitos de las imágenes mentales y acciones relacionados (Goleman, Daniel. 2006. Inteligencia Social. Editorial Planeta Mexicana. págs. 445 y 462).
Cada vez existen más estudios que certifican que la excitación emocional facilita el aprendizaje, aumentando la conexión neuronal y consolidando el cambio sináptico. Tu cerebro cambia su estructura, tu experiencia personal importa mucho más que su impacto subjetivo y momentáneo. Las conexiones neuronales se hacen cada vez más fuertes a medida que repetimos las experiencias.
El cerebro utiliza dos estrategias muy diferentes para entender las situaciones: una estrategia consciente, familiar, en base a los aprendizajes anteriores, que brinda una respuesta lógica y contundente, pero lenta y que requiere mucha información.
La otra estrategia es rápida, por debajo de la consciencia, por tanto envía mensajes por canales indirectos. El cerebro saca conclusiones sin decir que lo hace. Esta segunda estrategia, se conoce como “inconsciente adaptativo”, en la cual se toman decisiones en base a juicios rápidos, con poca información y poco tiempo. El inconsciente adaptativo actúa bajo la frontera del consciente, sin darnos cuenta toma decisiones importantes sobre nosotros y nuestro alrededor (Bachrach, Estanislao. 2013. ÁGILMENTE. Editorial Sudamericana. Págs. 83, 294 y 352).
i. “Dar ejemplo no es la principal manera de influir sobre los demás; es la única manera". Albert Einstein.
Se tuvo un Presidente con un jugoso prontuario delictivo, que se jacta de la “emoción” de ingresar a un banco con un revolver 45, y el Ministro que debía “cuidarnos” con un rico prontuario delictivo, editó un libro con sus fechorías. El subsecretario de esa cartera, había secuestrado a un empresario.
Dichos ejemplos, ¿cómo afectaron la capacidad de respuesta social del cerebro moldeada para bien o para mal, por los otros? ¿Cómo se afectó la base neuronal entre la empatía y nuestro sentido de lo que está bien y lo que está mal conocido como “marcador somático”? ¿Qué tipo de aprendizaje se facilitaba, qué conexiones neuronales se creaban y consolidaban como cambio sináptico, cómo cambiaba la estructura cerebral en base a esas experiencias personales? ¿Cómo evoluciona el inconsciente adaptativo de amplios sectores poblacionales en base a estos mentores que hubo y cómo se deben readaptar hoy que concluyeron los aprendizajes sociales delictivos?