@|La del título es la frase que me quedó grabada del discurso del Presidente Biden, el día de su asunción.
Sólo un hombre de verdad humilde hace un pedido de este tipo.
Préstame tus zapatos...
Para vivir lo que vives y cómo lo vives y sufres. Para entenderte y ver el mundo cómo y desde dónde lo ves.
Ser capaz de ponerme en tu lugar y asumir la carga que llevas. Bajar del pedestal.
No quiero robarte los zapatos. Sólo te pido que me los prestes. Compartir tu vida. Asumir tus problemas como forma de que juntos podamos encontrar un camino viejo y nuevo, de los dos, para de verdad encontrar la verdad, esa que nos lleve al futuro y nos mantenga en la ruta.
Fue un discurso para EE.UU., pero no sólo para ellos.
Por aquí eso también nos hace falta.
Olvidar nuestras "seguridades" y pensar que sólo desde otro punto de referencia es posible caminar para recuperar el rumbo.
Y eso no se hace para atrás, como el cangrejo. Se hace hacia adelante, que es el único camino posible. Atrás están suficiencias y dolores que no queremos resucitar.
Préstame tus zapatos...