@|El pasado Viernes Santo, al haber escuchado las declaraciones del ex diputado García Pintos calificando la acción de la Justicia uruguaya de venganza sobre los militares violadores de los derechos humanos, me veo obligado a expresar mi opinión.
En la década del 60 y 70 había una lucha mundial entre Rusia y Estados Unidos, por intereses económicos e ideológicos; esa guerra se trasladó también a Uruguay.
En Uruguay había una oligarquía gobernante, corrupta e injusta que incluso llegó al fraude electoral en 1971, para robarle la Presidencia a Wilson Ferreira. Había mucho descontento en un país en el cual los asalariados no llegaban a fin de mes y los jóvenes de clase baja y media tenían dificultades para desarrollarse.
La izquierda tenía campo fértil para organizar agitaciones y la oligarquía organizó represiones armadas y violentas por parte de la policía, la Jup y los Escuadrones de la Muerte; la Izquierda Socialista entró por el aro y surgió la guerrilla armada con el objetivo de tomar el poder y establecer un gobierno socialista.
Las FFAA derrotaron a la sedición en 1972 y en 1973 le pasaron la factura a la sociedad uruguaya, al dar un Golpe de Estado por intereses socioeconómicos.
Arrasaron contra todo el que se oponía: Blancos, Colorados y Frente Amplio. Cometieron toda clase de fechorías, delitos sexuales, torturas y asesinados. Lamentablemente no para lograr información, todos conocemos las acciones cometidas por Gavazzo; y en 1984 cuando la dictadura estaba agónica el asesinado del Dr. Vladimir Roslik y, en democracia, el asesinato del Ing. Berríos. Y después de varias décadas se puede hacer Justicia y la tildan de venganza.
Yo pregunto: ¿la Justicia italiana también condenó a militares uruguayos por venganza? Y que se enojen en La Coruña nomás.