@|Es una pregunta preocupante que debería atenderse en nuestro país. Es claro que está politizado el codiciado bastión, desde hace largo tiempo.
La interrogante, más bien, va dirigida a quienes logren la cucarda en la dirección sindical de los médicos; la cual ha permanecido largo tiempo en una sola tienda. Sin omitir otros actores involucrados, quienes, asimismo, deberían ser protagonistas; estando la población de rehén, sustancialmente de enfrentamientos políticos, en un tema que correspondería atreverse a obtener una vía de solución y no de emparchar.
En el transcurso de decenas de años, el objetivo principal de la agremiación, la defensa de los intereses de los asociados, está siendo distorsionada por la partidización impuesta. Distorsionando los fines reales de los médicos y sus vidas. Yaciendo en un contexto que adolece la medicina, la decadencia de la calidad asistencial. La cual no es noticia, sino el problema mayor. Al extremo, que, quienes pueden, logran atención en el exterior.
No es de extrañar que también ha sido captado como opción de los prestadores de salud nacionales, corroborando la inquietud.
Situación que viene de antaño, donde se desviaron los reales fines societarios: la excelencia de la atención. La cual debería ser el más caro propósito, para luego ir por otros reclamos.
No hay duda que hay que defender el salario y la actividad, pero ambos vienen atados a la calidad y su magnitud.
No es lo mismo calidad que cantidad. Con esta última, no se adquiere la eficiencia, que es lo que más se necesita.
Por todo ello, el planteo está dirigido a una fuerte defensa de la buena formación, con desarrollo permanente y debidos controles sobre los trabajadores de ese ámbito. Hechos propios, a fin de una mejor medicina y trabajo dentro de fronteras.
Lamentablemente, esta utopía es viable si cambiáramos desde la enseñanza básica, ni qué decir la universitaria.
Medicina de hoy, para hoy, formándose para el mañana.
No se llena el ojo con aparatos nuevos de diversa cuantía y novelería, sino obteniendo aventajados profesionales, cabales en los ámbitos de trabajo.