@|Insultos y cánticos agresivos, violentos y ofensivos en un acto patrio que llenó de lágrimas los ojos de muchos asistentes.
Entre tanta gente, 6 chicos, 6 muchachos enardecidos de bronca y de odio. ¿Contra qué? ¿Contra quién? Vergüenza y dolor. Supongo la desazón del Presidente ante tanta agresividad e intolerancia chata, burda y alejada de todo razonamiento. “A vos te puso el Fondo, ¡Cuquito botón! ¡Te vendés a los yanquis, entregás el país! ¡Sos un hijo de.., te tenés que ir!”.
¿No piensan? ¿No toman una posición crítica ante sus aseveraciones? ¿Cómo pueden mirar a la cara a un mandatario con la investidura más importante del país y gritarle toda clase de insultos sin ninguna consecuencia?
Posiblemente el costo político por cualquier tipo de represión hubiera sido grande ya que la falta de escrúpulos no es privativa de estos jóvenes sino que, por el contrario, es abonada y adiestrada por dirigentes políticos tan irresponsables como los propios involucrados.
No es algo vano o pintoresco. Es la falta de respeto a la autoridad sin existir el menor ataque de la otra parte. Es el insulto procaz escudado en la seguridad de saberse a salvo dentro de la estructura que se está atacando.
El acto de conmemoración de la Independencia de nuestro país, debería ser solemne, inmaculado y respetado.
Invito a esos jóvenes a que relean lo que cantan, razonen, disientan, entiendan y doten de sensatez a sus voces. Existen otros ámbitos para discutir, enfrentar y debatir esas ideas que faltan, que no están, que son sustituidas por la chabacanería de cánticos absurdos. Episodios fuera de lugar que no hacen más que restar; en un país que no queremos ver desplomarse sobre una sociedad que insiste en lastimarse en la más brutal falta de raciocinio y la ausencia total de valores republicanos.
¡Viva la Patria! ¡Viva la Patria!