Alberto Arias Perdomo | Montevideo
@|El último domingo de octubre tuvimos una elección ejemplar, digna de nuestra democracia, una de las mejores del mundo. Es la obra de nuestros partidos tradicionales a través de muchos años. (Constituciones con garantía de derechos para sus habitantes, división de poderes, sin privilegios ni exclusividad para ningún partido político, voto secreto, etc.).

Se dio la lógica, la Coalición de gobierno ganó con amplitud a la oposición representada por el Frente Amplio. La diferencia final (una vez contabilizados todos lo votos) fue de más de 90.000 votos; casi dos estadios centenarios repletos.

La Coalición dio un handicap importante al no tener un lema común, pero igual obtuvo un diputado más que el Frente. El Frente sueña con una repetición de la remontada del 2019. Es solamente un deseo imposible que suceda. Los procesos políticos no son iguales. Esta elección fue muy diferente a todas las del pasado. Ya no están vivos ni Tabaré, ni Astori.

El Frente carece de líderes. La Coalición es la que gobierna y esa es una muy buena credencial. A pesar de las dificultades que tuvo que superar, su gobierno es excelente, uno de los mejores de la historia. La Coalición ya no es un proyecto, es una hermosa realidad, que merece la oportunidad de continuar. Aparte, el comportamiento de la gente ha sido totalmente diferente, y lo más importante es que el Frente tiene un candidato impresentable, que por eso lo esconden. Ahora ya no podrán ocultarlo más. Ahora Orsi va a tener que enfrentarse con un candidato con gran experiencia de gobierno. Las diferencias entre ambos son abismales.

Si llegara a ganar Orsi, va a ser un infierno para los frentistas. ¿Se pueden imaginar 5 años diciendo cualquier disparate y haciendo cualquier cosa? No confíen en el partido, cuando le pongan la banda presidencial va a querer mandar y no va a aceptar órdenes. Puede ser el fin del Frente Amplio. Un canto del cisne.

Si yo fuera frentista pensaría dos veces antes de votarlo. Ya tiene cada integrante del Frente sus representantes. Un Orsi ganador sería el hundimiento de la coalición de izquierda.

Una última reflexión: los que votaron a la Coalición de gobierno, ganaron, y deben votar al candidato de la Coalición. Si lo hacen, van a volver a ganar y ser gobierno. Si no lo hacen pierden y se quedan sin nada.