Reflexiones ciudadanas

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@|La desigualdad es fuente de robos, droga, violencia y crimen. Esto no lo digo solamente yo, es tema de todo el mundo y aún son muchas las personas que no reconocen las virtudes y beneficios que aporta la aplicación de la justicia social, que nos hace más humanos, más sensibles frente a las necesidades del prójimo.

En nuestro país, a pesar de la aplicación de leyes sociales, la mayoría de larga data, una parte importante del pueblo continúa sufriendo por consecuencia de la pobreza, la miseria, la falta de viviendas y es justamente ésta la población que mantiene los niveles demográficos; un sector que por su gran natalidad, debería ser el más atendido y beneficiado.

Niños, jóvenes y mayores ven pasar su existencia en ranchos de mala muerte, donde el hambre, el frío y los incendios son lo que sobra a pesar del Estado que, en su rol de custodio, de la sociedad toda, aporta soluciones que tratan de ser integrales, sin alcanzar las metas propuestas en educación, alimentación y viviendas, pues resultan insuficientes para una población tan numerosa y en aumento.

Con justicia y rebeldía merecen un trato más igualitario en la democracia de la que nos jactamos.

Si de una vez por todas dejáramos de lado las rencillas políticas, que tienen de rehén a los más necesitados, se les podría dar trabajo en Montevideo con la reparación de veredas y caminos vecinales de los barrios más carenciados, llenos de aguas estancadas y servidas.

Si bien existe un sector de la sociedad que se preocupa (contribuciones y canastas gestionadas por grupos sociales, ollas populares, instituciones, incluso parroquias), la mayoría, no tan comprometidos, estamos a la espera de la acción estatal y otros prefieren su ignorancia; siendo los primeros en quejarse.

En esta carta quiero dar una idea sobre el tema habitacional.

He adquirido una cabaña en madera que se produce en nuestro país; fabricada con materiales nacionales, utilizando la madera proveniente de los planes de forestación, totalmente curada para su conservación, aislada del piso húmedo con una plataforma de cemento y forrada con placas de yeso y un sistema anti incendios (se calefacciona con una estufa moderna de alto rendimiento). Con un costo muy bajo, son cómodas y confortables.

Una solución rápida y eficiente; ideal para crear grupos cooperativos.

Esta propuesta debería realizarse a modo de prueba con un primer grupo.

Es económicamente factible a las finanzas del Estado, de acuerdo con el aporte que se aprobó para los asentamientos, y sin duda sería algo revolucionario, como el Plan Ceibal.

Y quizás, podría solucionar un problema que se arrastra desde siempre...

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