@|Desde las ideas y luchas artiguistas en la Banda Oriental, prendió la idea de libertad sin tutelas subrogantes. Independientes, pero federales aunando fuerzas. Y encontró su expresión en la entonces divisa blanca. Y fue clara mayoría, pero el poder lo dominaron desde afuera.
Con Oribe y Berro hizo grandes gobiernos, basados en el saber y probidad.
Luego, soportó 95 años de ostracismo a cualquier precio.
Ofrendó sangre en épicas gestas y dio su aporte en todos los campos.
Saravia y la Constitución de 1917 marcan su impronta, pero recién en 1959 accede al gobierno. Y lo ejerce basado en pionero diagnóstico de las posibilidades del país, con el concurso de los mejores técnicos nacionales e internacionales. La famosa CIDE gerenciada por Enrique Iglesias y fogoneada por Wilson Ferreira.
De ella surge el país productivo de hoy; creando el estudio de suelos, la investigación agropecuaria, la Opypa, la Dirección Forestal y primeros incentivos, la productividad intensiva, etc.
Con el Honorable Directorio de Wilson en 1985 se concretan leyes decisivas como el INIA, Ley Forestal, Lechería, Inavi, Junagra, Corporación para el Desarrollo; que el gobierno de Luis Alberto Lacalle Herrera pone en marcha en 1990, sumando reforma portuaria, libertad de seguros, etc. Llegan el aporte de técnicas brasileñas y argentinas para arroz, praderas, siembra directa y el boom de la soja.
Y es así como se genera el círculo virtuoso que nos impulsa al primer mundo.
Se plantan un millón/has de eucaliptos y se instalan Botnia y Stora con modernas plantas celulósicas con cerrada oposición inicial del FA.
UPM compra Botnia y anuncia una segunda planta, lo que obliga obras de primer mundo para transporte y puerto.
El nuevo FFCC asegura rapidez y eficacia que baja fletes. Y esto, sumado al prestigio del gobierno de Luis Lacalle Pou, los puertos secos en Rivera y Salto con aeropuertos aptos para jets empresariales, atrae negocios.
Especialmente al poderoso Deutsche Bahn para penetrar trenes en lo nacional y regional, con gran ganancia para nuestras vías y puerto. Y cuyo volumen abaratará también el flete oceánico. Además, la cadena de servicios multiplicando negocios y empleos.
Esto significa integrarnos al primer mundo con el aporte decisivo del Partido Nacional, por ideas y obras.
Por eso, es sustancial que mantenga su plena identidad arraigada en la patria misma. Y desde ella, las coaliciones que permitan gobernar como ahora. Juntos, pero no entreverados.
Esta es la histórica misión de nuestro Partido y es un orgullo que la cumple con solvencia.