@|La verdad, es un país caro; sinónimo de mejores, no.
Ser excelentes se puede y más en momentos de debilidades extremas del vecindario. Democracia, estabilidad, seguridad, educación, eficiencia, respeto son herramientas que valen. Distinguen y señalan.
Ser mejores sin detenerse en el vamos y demostrarlo con hechos.
Pero, frecuentemente, se hace agua. La presentación, el medio tienen falencias; la burocracia pesa, clara y contundente, desmoronando la utopía.
En ese escenario está el primer balneario, pero no alcanza con el título: hay que serlo y demostrarlo.
Quienes ambicionan llegar a estas tierras esperan se consideren sus requerimientos. Sumado a una actitud positiva con calidad y competencia. Sin viveza criolla, ni sumisión.
Un reflejo de lo que realmente se es; demostrando cultura y tolerancia que brinda beneficios. Puede hacerse realidad pero con esfuerzo, no una apariencia para salir del ostracismo.