Andrea Cuniolo | Montevideo
@|No es que yo sea una fanática rabiosa de un partido político. No voto un color, una canción o un paquete de músculos, ¡no! Trato de votar ideas, capacitación, trayectoria. Si no hubiera ninguno bueno, votaría al menos malo. Por eso siempre me imagino siendo la única persona que vota, me ubico en el hipotético caso que tuviera que decidir yo sola, quién quiero que gobierne mi país.

Evalúo un candidato que no va a entrevistas, no debate, no se muestra seguro, habla sin decir absolutamente nada, hace agua con cualquier pregunta y se le nota que no ha estudiado para el examen.

Este candidato está rodeado de un equipo muy ideologizado, incompetente, no preparado y encima proveniente de una fracción reaccionaria que otrora tomó las armas en contra del Estado donde existía un gobierno elegido en un régimen democrático.

Me imagino por ejemplo qué hubiera pasado en la terrible pandemia que asoló al mundo. Un presidente Orsi tartamudeando con nulo poder de decisión; un Pacha Sánchez trasmitiendo las noticias de una reclusión total; un Ministro de Salud como Daniel Olesker comprando las vacunas rusas; un Ministro de Economía como Bergara invocando el espíritu de Astori para que lo guíe en sus decisiones y Carolina Cosse llorando por los niños que acuden a las ollas populares.

Ciertamente no pondría ni mi barrio en esas manos y menos mi país.

La Coalición por su lado, me demostró que puede tripular el barco en grandes tormentas. Obvio que siempre hay y habrá manzanas podridas como en todas las canastas, pero las manzanas sanas son muchas más y demostraron ser las mejores del huerto.

Un Ministro como Daniel Salinas para el que solo tengo palabras de admiración, respeto y gratitud; un Secretario de Presidencia como Álvaro Delgado excelente comunicador, esclareciendo y piloteando escenarios más que complicados; una Ministra de Economía como Azucena Arbeleche afrontando el ventarrón con solvencia, decisión y certezas; un Ministro de Trabajo como Pablo Mieres, intachable, contemplando a todos, buscando soluciones, inventando nuevas posibilidades de trabajo y recuperación, siempre dando la cara; un Ministro de Defensa como Javier García, ubicado permanentemente en el lugar de la ayuda, aportando recursos humanos en cada frente y ofreciendo solución a cada tema; un Presidente del CODICEN con mayúsculas como Robert Silva que incansablemente trabajó para que la enseñanza no se detuviese y cada estudiante tuviera las herramientas para seguir adelante.

Y por último, un Presidente que piloteó con sabiduría y reclutó desde la idoneidad sin importar colores a los mejores exponentes de la salud en un país que podría haber colapsado y se convirtió en uno de los mejores ejemplos del mundo entero.

Y no digo todo esto desde un lugar de odio o de bronca hacia un partido político, no tengo nada visceral en contra del Frente Amplio, pero hoy no están preparados para gobernar. No poseen gente idónea en sus filas dirigentes; quizás antes las tuvieron y quizás más adelante las tengan pero hoy, no están.

Por eso invito a que cada indeciso haga este mismo ejercicio de ponerse como único elector en este acto democrático de elegir al próximo equipo de gobierno por 5 años.

Si te animas…

Si te lo imaginas…

Ya sé a quién no votarás...