@|Se han producido importantes desperfectos en el funcionamiento de la refinería de Ancap, coincidentes con medidas gremiales sin precedentes, según han informado diversos medios de prensa.
Al parecer, los costos de reparación serían enormes, además de un sin número de dificultades para la población.
Debería contratarse una empresa internacional de prestigio que evalúe con certeza las causas y daños ocasionados, pasando a tribunales de justicia también internacionales los dictámenes técnicos correspondientes a fijar responsabilidades y elevarlas luego a juzgamiento serio ante quien correspondiera.
Además de la sospechosa y reiterada peste que nos azota y al mundo todo, agregarle estas otras, como dicen los muchachos: “no tiene gollete”.