Mario Arcos Pérez | Montevideo
@|Con emotiva sorpresa recibimos la noticia del traslado de nuestro querido Párroco Gonzalo Estévez, a la Parroquia de Nuestra Señora del Sagrado Corazón (Punta Carretas).
Invade sin duda en sus feligreses tristeza y nostalgia ya que después de 12 largos años, deja un enorme legado de enseñanza y dedicación a su tan querida comunidad.
Una personalidad destacada por su inteligencia, sus grandes dotes personales, sus lúcidos consejos, su capacidad intelectual, su previlegiada dicción y claridad meridiana.
Logró, sin duda, un acercamiento valiosísimo con los jóvenes y las familias, dejándonos una llama de amor como herencia silenciosa de un auténtico siervo de Dios.
Aún llevamos en nuestras pupilas la celebración de la Nochebuena última, clásica Santa Misa en las puertas del Templo coronada con sus tradicionales cánticos previo al nacimiento de Jesús.
Allí estaban presentes aquellos jóvenes y niños junto a sus familias unidos mano a mano con Dios, esperando que el P. Gonzalo nos imparta su última bendición Navideña en la tradicional calle Gabriel Otero.
Su silencio habló por sí solo y tuve la sensación en su rostro, que llevaba consigo una carga de emoción y nostalgia y a la vez alegría de estar en este altar despidiéndose en fecha tan especial.
Gracias Gonzalo por el enorme apoyo a la comunidad que sin duda no olvidaremos, quedando incolumne en los corazones que te acompañaron en estos años.
Gracias por tanto sacrificio y entrega, anteponiendo siempre esa Fortaleza y Templanza ejemplar; sin duda iluminada.
Gracias por tus consejos y bendiciones en los momentos de alegría y tristeza familiar que me tocó vivir.
Que la barca que hoy abordas y conduces de Carrasco a Punta Carretas esté acompañada de almas captadores de hombres y se constituya en cirio viviente de esta nueva misión pastoral.
Con afecto y gratitud.