@|Cada vez que escucho a la Ing. Cosse me pregunto: ¿será que le falta lógica o le sobra mala intención?, ¿o… ambas?
Pero lo cierto es que, ante cualquier iniciativa del gobierno, lo primero que le viene en mente es denostar con total liviandad y, con firme soberbia, declarar que es un error pronosticando incluso un seguro debacle. El Apocalipsis.
Y por supuesto, el caso del posible tratado de un TLC con China no es la excepción.
La malicia es tan clara que en casi toda su exposición, palabra más, palabras menos, resalta que un TLC se debe hacer con prudencia y con un equipo competente con gran experiencia negociadora, bla, bla, bla. Incluso sugiere que este equipo debería contar con la participación de la “experiencia” y “poder negociador” del FA para evitar una catástrofe. Es evidente que en su lógica da por sentado que este gobierno no está a la altura de la circunstancia, es más, resalta que carece de sabiduría, competencia y prudencia necesaria para llevar adelante una negociación efectiva.
¿Se olvida que, en su gestión, con todo su bagaje de buen tino y capacidad, su delirio por construir el Antel Arena nos costó, a todos los uruguayos, tres veces más caro de lo estimado?
Parece que, en su “profundo” análisis, es evidente que no tomó en cuenta que Uruguay, comercialmente hablando, representa para China lo mismo que un barrio de Shanghái. Por otro lado, China significa para Uruguay un mercado de 1300 millones de personas y que, justamente, están ávidas en consumir gran cantidad de los productos que se generan y procesan abundantemente en nuestro país.
Por supuesto que esto es un reto que nos obliga a todos ser más eficientes y productivos y con sindicatos comprometidos que defiendan a los trabajadores, pero acompañando siempre el desarrollo.
Evidentemente, hay empresas que van a estar en desventaja, por lo tanto, el gobierno va a tener que protegerlas en las negociaciones para sostener su permanencia, pero también es cierto que éstas van a contar con el tiempo suficiente para estudiar cómo llegar a ser competitivos, o en su defecto, reconvertirse.
Queda claro que tampoco tomó en cuenta algo que no es menor y es que hoy nuestro mercado ya está invadido de productos chinos y que, de llegar a un TLC los consumidores, o sea los uruguayos, nos vamos a ver beneficiados con precios más accesibles.
Sra. Intendente, usted tiene muchos problemas reales para resolver a todos los montevideanos y, hasta el momento, no hemos visto ningún desempeño destacable de su parte para lograr solucionarlos. De hecho, no hemos visto ninguna acción efectiva para lograr alguna mejoría.
¿No cree que sería más productivo dejar de criticar al gobierno y dedicarse a obtener algún resultado en su gestión del cual pueda vanagloriarse?