@|He leído un interesante análisis de nuestra situación política actual, el día después de la consulta a la ciudadanía, publicada el miércoles 30 en El País en su suplemento “Gente d´Italia”, que ocupando una página íntegra culmina con la frase de mi título: “Un paraíso”.

La referencia a nuestro país, aunque perfectamente factible, en realidad, lejos está de serlo.

Una oposición con un comportamiento político anacrónico; con un discurso del siglo XX; con una permanente negativa a los planes de gobierno, sin el menor atisbo de interés, aunque públicamente lo proclame, de diálogo edificante, no parece contribuir a llegar al paraíso.

Como tampoco es constructivo el reiterado reclamo de Cabildo Abierto ante la prensa, cuando el Presidente está permanentemente a su disposición para atender sus propuestas; y aunque no parezca que esta posición afecte la unidad del gobierno de coalición, se soslaya en CA un populismo de derecha que no contribuye a alcanzar el paraíso.

El gobierno no caerá en la intención opositora que busca “el ojo por ojo”, convencido de que de hacerlo así, el resultado podría ser “quedar ciego”. Y seguirá con su plan de acción, ahora consolidado con el respaldo a la LUC, mejorando la seguridad ciudadana, achicando el costo y la eficiencia del Estado, reduciendo el déficit fiscal, fortaleciendo, procurando y logrando la creación de nuevas fuentes de trabajo, y definitivamente optimizando los índices de referencia en todos los ámbitos.

Restan tres años de gobierno y si toda la clase política fuese, aún ante las diferencias ideológicas y las humanas ambiciones de protagonismo existentes, un tanto más colaborativa, “Uruguay podría ser, en un futuro muy cercano, un paraíso”.