C.I. 1.384.548-5 | Montevideo
@|He leído en estos días, que a una señora que estaba embarazada (en Salto) el chofer de un ómnibus la hizo bajar por no tener cambio. Siempre se dice que lo que interesa es lo malo que pasa y no lo bueno.

El caso es que hoy (09/10/2024) tomé un ómnibus de COPSA, más precisamente el 714, a El Pinar, a las 15:49 hs, en la Plaza Seregni. Un par de paradas más adelante sube, entre otros, una señora que al intentar pagar se da cuenta que le habían robado la billetera.

Entre la búsqueda de ésta, idas y vueltas, y para resumir, el conductor del ómnibus imprime un boleto y se lo da sin cobrárselo. No le dijo, no hay problema, siéntese y no imprimió el boleto. Obviamente alguien iba a tener que pagar ese boleto. Cuando fui a bajar, le pregunté si él lo tenía que pagar, y me dijo que sí. Pensé que le debía pasar varias veces y quise pagarle el boleto. No lo aceptó. Insistí y me dijo, “de ninguna manera”.

Simplemente, en tiempo de elecciones, me vino a la mente la frase: “Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo”. Que se atribuye a más de un autor, aparentemente el primero fue San Juan Bautista de la Salle (siglo XVIII).

No sé qué tan pequeñas pueden ser todas estas cosas, pero no me cabe duda de que si más gente actuara igual, el mundo sería un mejor lugar.