Una visita inútil

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@|El Presidente Luis Lacalle Pou invitó a su despacho, en la Torre Ejecutiva, al flamante coordinador del Frente Amplio, Dr. Ricardo Ehrlich.

Una gentileza propia de su habitual buena educación en el relacionamiento con el prójimo, desde el simple hombre de la calle hasta el más encumbrado representante social o político.

Sin embargo, las breves declaraciones que el Dr. Ehrlich formuló a la salida de dicha entrevista, resultaron decepcionantes. Lo cual pareciera anunciar que nada ha cambiado en la guerra sin cuartel que el FA ha declarado al gobierno, desde el mismo mes en que éste entrara en funciones.

Al caso, era el momento de retribuir con palabras de satisfacción la deferencia que con él había tenido el Presidente, particularmente cuando el invitado llegaba con fama de ser hombre de talante conciliador.

Sin embargo, apenas un breve reconocimiento y después la clásica fraseología descalificadora del FA. Hombre del cerno del MPP, no debiera esperarse de él nada ajeno al estado de beligerancia en que este grupo se ha colocado.

Y así llegaron las insinuaciones propias del relato frentista: “El tema central que conversamos es el de evitar las grietas, evitar crispar el ambiente político”, lo cual no pasa de ser una burda falsificación de la realidad. Porque la “confrontación” ha venido siempre desde la oposición, cuyo empeño por hostigar al gobierno en todos los frentes se ha convertido en una actividad de tiempo completo, que rezuma odio y desesperación.

Desde que asumió, el Presidente Lacalle Pou ha exhibido un temperamento calmo con el cual sobrelleva, casi estoicamente, una oposición como nunca conoció el país y que llega incluso fuera de fronteras; tal el caso de Mujica, que se vale de entrevistas de radios argentinas para burlarse del presidente uruguayo, penosa caída moral que degrada el concepto de patria que a todos debiera convocar en su defensa.

Y por ese trillo siguió el Coordinador con expresiones tan cursis como falseadas: “Que la población vea que los partidos políticos están al servicio del país”, “Esperemos que sea un primer paso y que pueda ser profundo”, y otras por el estilo. Lo cual prueba que nada cambiará en el futuro respecto de la oposición encarnizada, casi feroz, que deberá soportar este gobierno de coalición que con altura impar preside Lacalle Pou. En suma, una visita inútil, que a nadie importó.

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