@|Las importantes y alentadoras declaraciones del Sub Secretario del MSP, en el sentido de que se van a vacunar 600.000 personas por mes, han levantado mucho el ánimo en la población, en la esperanza de lograr una normalidad en la vida de nuestra sociedad.
Estas declaraciones reconocen el importante esfuerzo y el trabajo que han desplegado las autoridades en lograr una coordinación excelente entre equipos multidisciplinarios y que abarcan múltiples participantes. Para tener todo organizado y planificado, para cuando lleguen las vacunas proceder de inmediato.
En virtud de que deben administrarse dos dosis a cada persona, estamos refiriendo a 300.000 personas a vacunar por mes, sin considerar el natural corrimiento de los días, para repetirla a cada persona entre los 21 y 30 días. Configura una duración aproximada a diez meses para el total de nuestra población.
Igualmente, los mismos productores de las vacunas aprobadas sin una casuística verificada, recibieron una autorización provisoria por razones de urgencia y gravedad.
Los propios científicos de los proveedores de las tres vacunas, registradas con excepciones, estiman oficialmente entre tres y seis meses la inmunidad de las mismas. Lo que deriva en una interrogante muy compleja. Si finaliza la inmunidad a los seis meses, cómo se va a proceder.
En forma unánime nadie tiene respuestas, no se sabe cómo se comportan las vacunas, el virus, las mutaciones y la transmisión actual y futura...
Es una obra titánica y Uruguay avanza en una planificación de vacunación colectiva de excelencia, que al día de hoy ya está asegurado las 600.000 vacunas mensuales y seguramente aumentarán las mismas.
Para eso se ha trabajado arduamente y se sigue haciéndolo: coordinando las Sociedades Médicas, Hospitales, Policlínicas, centros de Salud, locales especialmente preparados para la vacunaciones, locomoción para trasladar a los vacunadores y móviles preparados para el mantenimiento de la cadena de fríos; la población registrada en domicilio por discapacidad; llegar al interior profundo de nuestro país; la coordinación con nuevos funcionarios con calidad de vacunar compuesta por estudiantes de medicina, personal de la salud jubilados y en condiciones operativos como médicos, técnicos personal de enfermería, uniformes, logística de apoyo económico para los mismos, área de influencia territorial, apoyados por una plataforma tecnológica con registros de los vacunados, en primera y segunda instancia; registros de personas alérgicas o con patologías que deben contar con certificaciones médicas habilitantes; expedición de certificación de vacuna, tipo, y las dosis, la serie de la vacuna suministrada, hora y día de la misma.
Esto nos diferencia del resto de los países del Primer Mundo que están padeciendo un brutal desorden en el suministro de las vacunas.
Por suerte Uruguay se ha organizado, y seremos un ejemplo en eficiencia y seriedad en vacunar a la población. ¡Así será!