@|Voto anulado:
Supongan 200.000 electores, con 200.000 votos válidos. 100.000 votan Sí. Los artículos no se derogan porque se necesita la mitad más un voto.
Ahora supongamos que hay 2 votos anulados. Entonces tenemos 199.998 votos válidos. Ahora los 100.000 votos del Sí derogan los artículos porque la mitad de votos es 99.999 y este caso tendría la mitad más uno de los votos.
Se ve claramente que dos votos anulados significan un voto más para lograr el objetivo de la derogación, por lo que el voto anulado influye en el resultado.
Allanamiento nocturno:
Se ha buscado igualar el tema de consultar nuevamente a la ciudadanía con la situación de la ley de caducidad.
Es un error. La consulta a la ciudadanía nunca puede ser cuestionada. En 1989 se consultó y la ciudadanía manifestó su voluntad de mantener la ley de caducidad.
En ese momento los defensores del voto verde indicaron que el resultado fue motivado por miedo. Luego, en otro tiempo histórico, 20 años después, se decide volver a preguntarle a la ciudadanía sobre el mismo tema.
Nadie cuestionó esa consulta. Nuevamente la ciudadanía decidió mantener la ley de caducidad.
Lo que se critica luego es que el Parlamento desconociendo esa resolución de la ciudadanía decide por ley dejar de aplicar la ley. Es decir, desconociendo la voluntad popular, el Parlamento se aboga el derecho de modificar esa decisión.
Lo que se plantea ahora es volver a consultar a la ciudadanía en otro momento histórico.
Si nuevamente la ciudadanía rechaza el allanamiento nocturno y luego el Parlamento decide por vía legal permitir el allanamiento nocturno, recién en ese momento se estaría actuando igual a lo que fue el tema de la ley de caducidad. Mientras eso no ocurra, no se puede comparar una cosa con otra.
Debería ser un alto motivo democrático el llevar adelante una consulta popular, sea cual sea el tema.