De cara al balotaje del 24 de noviembre, la Coalición Republicana ha presentado un plan integral que refleja su compromiso con el desarrollo económico y social de nuestro país. Es un programa amplio y ambicioso, fruto del trabajo colaborativo de todos los partidos en un clima de unidad que debe destacarse especialmente, así como la gran labor programática de Agustín Iturralde en las tres instancias del proceso electoral.
La Coalición Republicana propone profundizar el rumbo emprendido durante su gestión, consolidando una política económica orientada a mejorar la competitividad y las condiciones de vida de los uruguayos. Con especial atención a las pequeñas y medianas empresas (Pymes), que son el motor de empleo del país, el plan busca reducir el costo de vida mediante la mejora de la competencia en sectores claves, la simplificación de trámites, y la disminución de impuestos a los productos de primera necesidad. El objetivo es claro: hacer de Uruguay un país más barato para vivir y producir, lo cual beneficiará tanto a las familias como al sector productivo.
A nivel internacional, la Coalición plantea una apertura económica pragmática y sin prejuicios ideológicos, buscando acuerdos comerciales estratégicos y diversificando las exportaciones. La apertura internacional es vista como un elemento esencial para el crecimiento y la creación de oportunidades. Esto incluye la consolidación de la institucionalidad en comercio exterior y el fortalecimiento de Uruguay XXI como agencia promotora de inversiones y exportaciones. Este enfoque abierto y flexible en las relaciones comerciales contrasta con la visión del Frente Amplio, que históricamente ha adoptado posturas más cerradas y proteccionistas.
En el ámbito de la seguridad, uno de los temas más sensibles para la ciudadanía, la Coalición Republicana pone especial énfasis en la lucha contra el crimen organizado y el narcotráfico. Se propone crear un Grupo Especial Conjunto contra el Crimen Organizado, basado en un modelo multifuerzas similar al utilizado en Italia, para combatir eficazmente estas amenazas. La Coalición reafirma su compromiso de mantener la tendencia a la baja de los delitos, un logro histórico que pre- tende consolidar en el próximo período.
Otro pilar de la propuesta de la Coalición es la educación. La transformación educativa iniciada en el actual gobierno continuará, con una apuesta fuerte por la calidad, la equidad y la inclusión. Se proyecta la universalización de la educación inicial y primaria de tiempo completo para los sectores más vulnerables, así como el fortalecimiento de la educación secundaria para reducir la deserción y mejorar el egreso.
La atención a la primera infancia y la inclusión social también son prioridades destacadas en el plan de la Coalición Republicana. Se proyecta la extensión del bono crianza y un aumento en el apoyo a las familias en situación de vulnerabilidad, especialmente aquellas con niños pequeños. En este sentido, el programa prevé la creación de más centros educativos de tiempo completo, el fortalecimiento del acompañamiento a madres gestantes y el aumento en los subsidios para el cuidado de los hijos.
La agenda de la Coalición Republicana también incluye propuestas para una infraestructura moderna y sostenible. El próximo gobierno tiene como meta llevar a cabo una política ambiciosa de construcción y renovación de infraestructuras claves, como carreteras, puertos y redes de saneamiento, que responderán a las necesidades del Uruguay de las próximas décadas.
Además, la Coalición reafirma su compromiso con la transparencia y la ética pública. En esta línea, se propone una simplificación del Estado mediante la digitalización de trámites, la eliminación de burocracias innecesarias y la introducción de prácticas de “confianza responsable” que permitan un vínculo más ágil entre el Estado y la ciudadanía. Este enfoque busca optimizar el uso de los recursos y asegurar una administración pública más eficiente y al servicio de los uruguayos.
En resumen, las propuestas de la Coalición Republicana reflejan una visión clara y coherente de país que genera confianza y certezas. Este 24 de noviembre, la elección que enfrentan los uruguayos es clara: continuar en el camino del progreso y la estabilidad que ofrece la Coalición con un gobierno que ha demostrado claridad de ideas y unidad, o arriesgarse a un salto al vacío plagado de incertidumbres que propone el peor Frente Amplio de la historia.