Poco a poco se ha ido definiendo el escenario de la Coalición Republicana (CR) para las elecciones de mayo de 2025 en las 19 intendencias del país. Son solamente tres departamentos los que tendrán como protagonista a la CR, por lo que importa mucho que el Partido Nacional (PN) actúe con generosidad y responsabilidad en el resto de los escenarios departamentales.
Montevideo, Canelones y Salto: en esos casos los dirigentes blancos, colorados, cabildantes y del Partido Independiente estimaron que lo mejor es ir a la elección de mayo de 2025 con un mismo lema. Se trata de departamentos en los que hoy gobierna el Frente Amplio (FA). En particular en Canelones y en Salto, la sumatoria de esfuerzos electorales de los partidos de la CR y las coyunturas particulares de renovaciones de liderazgos en la izquierda potencian las posibilidades de alternancia, lo cual es muy importante ya que son dos circunscripciones electorales muy pobladas en el total del país.
Un escenario completamente diferente es el que se plantea en 13 departamentos de gran hegemonía partidaria única. Se trata, en efecto, de 12 departamentos blancos y uno colorado, en donde naturalmente la comparecencia en un lema distinto al histórico mayoritario podría causar más problemas que soluciones. En todos ellos, sin embargo, importa mucho que el color hegemónico no impida colaboraciones conjuntas de parte de partidos que ciertamente están disminuidos en lo local, pero que no dejan de ser relevantes para la CR en su acción nacional.
Piénsese, por ejemplo, en departamentos como Florida o Colonia en los que hoy son clara mayoría los blancos dentro del espectro de la coalición de gobierno, pero en los que hace un cuarto de siglo aún tenían pesos importantes los votos colorados: importa pues que el PN se comporte allí con generosidad y fraternidad con sus socios de coalición, de manera de contemplar gobiernos en los que esas sensibilidades minoritarias estén representadas y enriquezcan con su visión una mayoría más amplia.
En este sentido, si dirigentes colorados y cabildantes deciden participar dentro del lema PN en mayo de 2025, deberán también ser muy bienvenidos, para habilitar así una presentación conjunta que refleje bien el espíritu de coalición que se palpita en el gobierno actual.
Quedan en este panorama global tres departamentos claves en los que el FA se posiciona como aspirante real a alcanzar la mayoría en las municipales, pero en los que los blancos prefirieron concurrir bajo su propio lema. En Rocha, Paysandú y Río Negro, no habrá una sumatoria con colorados y cabildantes en el uso del lema CR. Es posible, claro está, que alianzas locales terminen reforzando al lema PN, como por ejemplo ya ocurrió en setiembre de 2020 en Rocha. Y es posible también, que la propia dinámica de competencia interna de fuertes candidaturas a intendente dentro del lema PN, como será seguramente el caso en Paysandú, opere como un potente generador de adhesiones que termine absorbiendo electorados de otros partidos integrantes de la CR, que se verán así seducidos por la oferta de los blancos para mayo de 2025.
En cualquier caso, es verdad que no hay mejor conocedor de la lógica electoral de su departamento que el dirigente local. En este sentido entonces la invitación a conformar una CR departamental no puede sentirse como una imposición montevideana frente a cuestiones departamentales. Sin embargo, hay que ser también plenamente conscientes de los datos electorales fríos. Para ir al caso concreto de Paysandú, por ejemplo: a nadie escapa que en 2020 el PN sacó más de 40.000 votos frente a un FA con algo más de 33.000 y un Partido Colorado con poco más de 3.000. Aquí se podría decir sin problema que no hay por qué hacer ninguna alianza de CR para las municipales. Sin embargo, en las nacionales de octubre de 2019 el FA recibió más de 32.000 votos y el PN cerca de 29.000; y cuando el referéndum de marzo de 2022, el Sí del FA ganó con 40.000 votos y el No de la CR sacó menos de 38.000 votos: es decir, no parece que el PN de Paysandú tenga fácilmente asegurada una mayoría en ese departamento sin apelar a apoyos de otros partidos.
Las dirigencias departamentales deben ser conscientes de lo que se juega en 2025: un triunfo efectivo de los partidos de la CR en 18 de los 19 departamentos del país, por ejemplo, es muy importante para consolidar chances más sólidas de enfrentar al FA en elecciones nacionales futuras. Por eso importa que su estrategia electoral sea exitosa en todas partes.