De Guarteche a Carolina Cosse

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Durante la presidencia de José Mujica el Ministerio del Interior estuvo a cargo de Eduardo Bonomi en tanto la parte esencialmente policial y técnica como es el cargo de Director General de Represión del Tráfico Ilícito de Drogas, fue responsabilidad del comisario general (R) Julio Guarteche.

Guarteche falleció en junio de 2016 y el ministro Bonomi, a la hora de despedirlo, hizo un panegírico de su actuación donde lo calificó como “uno de los mejores profesionales que supo tener esta institución, un adelantado al que develaba la permanente profesionalización de los efectivos, la mejora de su equipamiento, la adquisición de nuevas tecnologías y la dignificación de la función policial”.

Bajo el mando de Guarteche hubo un contacto fluido entre el gobierno de Mujica con la Policía. Para los observadores fue la primera vez donde no intercambiaron miradas de desconfianza, sino que empezaron a trabajar juntos porque el nivel de los delitos y la creciente presencia del narcotráfico eran una realidad amenazante y creciente. Y en ese panorama, de pique nomás, Julio Guarteche, el uniformado de confianza del ministro Bonomi, planteó allá por el año 2012, que la posibilidad de hacer allanamientos nocturnos podía convertirse en una herramienta “fundamental” para la lucha contra los delitos y sobre todo, contra el narcotráfico.

Guarteche convenció al ministro Bonomi que un proyecto de ley presentado por el diputado Walter de León del MPP que planteaba la necesidad de los allanamientos a las bocas de venta de pasta base en horas de la noche era fundamental y facilitaría el accionar contra el narcotráfico.

El proyecto de De León apuntaba a aprobar una ley interpretativa según la cual cuando se presumía que en cierto lugar operaba un punto de venta de droga, ese sitio ya no fuera un “hogar” (como dice la Constitución) sino un “negocio” y así caería la prohibición constitucional de allanarlo tras la puesta del sol. Por su parte Guarteche agregó que para la Brigada Antidrogas “sería fundamental la posibilidad de realizar allanamientos nocturnos, aunque sea para los grupos de narcotraficantes grandes”.

Hubo reuniones con la presencia de toda la plana mayor del Ministerio del Interior (con el ministro a la cabeza) y la Policía, a las que se sumó la bancada de diputados del Frente Amplio, pero pasó lo que tenía que pasar: una ley no alcanzaba para poder actuar, porque el texto constitucional era sumamente claro y categórico, porque se afectan “los derechos individuales y constitucionales de la personas”.

Hoy, doce años después, la Coalición Republicana que ocupa el gobierno presentó un plebiscito para permitir los allanamiento nocturnos y superar esas dificultades constitucionales que plantearon en su momento el diputado De León, toda la plana mayor del Ministerio del Interior encabezada por el ministro Bonomi y los altos cuerpos de la Policía que impulsaba Julio Guarteche (hombre de confianza del ministro frenteamplista y del presidente José Mujica). Con el agravante de que el crimen organizado y el narcotráfico van en aumento y la noche juega cada vez más a favor de los delincuentes.

Pero rauda y veloz, sin ningún argumento de pe-so, encontró la abierta oposición de la candidata frenteamplista a la vicepresidencia de la República, Carolina Cosse, que ha hecho alarde de que, si llega al gobierno, prescindirá de esa herramienta e incluso evaluar que el presidente pueda dar la orden al Ministerio del Interior de no hacer uso de esa herramienta.

Así de simple y sencillo: que la noche siga siendo cien por ciento del narcotraficante. Lo que Guarteche, (y Mujica) nunca quiso y trató de eliminar.

Su comentario motivó la sonrisa del candidato colorado Andrés Ojeda: esto implica un “enorme desconocimiento” de Cosse de “cómo funciona el sistema republicano y democrático del gobierno”.

“Acá el que ordena un allanamiento -diurno, nocturno o de cualquier característica- es un juez. Se lo ordena al auxiliar de la Justicia que es la Policía. Si el gobierno quiere o no quiere no le importa a nadie, porque por suerte Uruguay es un país democrático que tiene un presidente que no tiene ni arte ni parte en todo esto. No tiene dictadores, emperadores, faraones, monarcas: capaz que eso Cosse no lo puede entender bien”, apuntó el abogado. Y lo mismo dijo el exministro Luis Alberto Heber.

Lo más grave de Cosse (aunque no sorprende) es que exhibe que el FA le niega a la sociedad vivir un poco mejor y con un poco menos de miedo. Y no solo se lo niega, sino que hace campaña para que nada cambie y los narcos mantengan su absoluta impunidad para ser los dueños de la noche.

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