SEGUIR
El sábado pasado se conoció públicamente la decisión del Presidente de la República de realizar un cambio en su gabinete ministerial; el Ministerio de Desarrollo Social pasaría a tener un nuevo titular, el diputado Martín Lema.
Este cambio, que busca darle una nueva impronta a esta cartera, ciertamente es una de las apuestas importantes del gobierno nacional, y concitará una inusitada atención en los próximos meses.
Un cambio en el gabinete de ministros no debería llamar la atención; es normal dentro del funcionamiento de un gobierno que en distintas etapas se recurra a distintos perfiles, que respondan a los énfasis que busca el Presidente en su equipo de trabajo más cercano.
En este sentido las matracas de la oposición sobre el tema dicen más del estado de descomposición del Frente Amplio que del cambio de jerarquías en sí mismo.
En efecto, la estrategia del partido opositor es oponerse a todo lo que haga el gobierno con tono estridente y apocalíptico, marcando buenos y malos, con una violencia verbal que nuestro país no conocía desde hace unas cuantas décadas. En los últimos días en varios debates televisivos protagonizados por dirigentes frentistas se repitió una muletilla: dicen que hay que hacer exactamente lo opuesto a lo que realiza el gobierno. Les faltó agregar que cuando el gobierno cambia de rumbo ellos también se oponen, porque no están a favor de ninguna solución, el Frente Amplio está a favor de los problemas.
Lo cierto es que en el año y dos meses de gestión de Bartol se hizo mucho por los más vulnerables, en un contexto particularmente difícil. Sin crisis, con crecimiento económico y todo el viento a favor, en los 2 últimos años de gestión del Frente Amplio la cantidad de pobres aumentó en 30.000 personas. Vale decir, si en la bonanza el Frente Amplio aumentó la pobreza en 30.000 personas no tienen ningún derecho a culpar al actual gobierno por el actual aumento de 100.000 personas producto de una crisis económica fenomenal a nivel mundial producida por una pandemia.
El gran determinante del aumento de la pobreza es el aumento del desempleo y es cierto que aumentó en unas 60.000 personas en el año pasado, casi la misma cifra que aumentó el desempleo en el último quinquenio del Frente Amplio con la economía creciendo. Gracias a un gran plan de medidas de apoyo a las personas y a las micro y pequeñas empresas que incluyó subsidios, beneficios tributarios, exoneraciones de cargos fijos en UTE y OSE, incremento de los planes sociales en cantidad de personas y montos, créditos en condiciones excepcionales, incluyendo tasas 0% de interés a través de ANDE, entre muchas otras.
La gestión de Pablo Bartol en estas circunstancias fue exitosa. Se aumentó y mejoró la atención para las personas en situación de calle, se aumentaron sustancialmente los montos de Asignaciones Familiares, Tarjeta Uruguay social y la innovación de las canastas con la aplicación TuApp. Se cortó con despilfarros y acomodos de organizaciones compañeras del anterior gobierno de nulo impacto social e importante costo para el Estado, volcando esos recursos para los más necesitados. Se destinaron más de 200 millones de pesos a canastas, merenderos y comedores y se mejoró la presencia del Mides en todo el país, pasando a ser un verdadero ministerio nacional y no solamente de mediocre atención metropolitana como hasta el 1° de marzo de 2020. Bartol deja su cargo habiendo sido un gran ministro en tiempos especialmente desafiantes, seguramente con la intima satisfacción del deber cumplido.
Bartol deja su cargo habiendo sido un gran ministro en tiempos especialmente desafiantes, seguramente con la íntima satisfacción del deber cumplido. Ahora comienza una nueva etapa en el Mides, que tendrá a su frente a Martín Lema.
Ahora comienza una nueva etapa en el Mides, que tendrá a su frente a Martín Lema. La impronta de una conducción política y articulación territorial que se exige desde Presidencia será cumplida con creces. Lema ha demostrado en su breve e intensa vida política, condiciones de liderazgo, capacidad de trabajo, inteligencia despierta y visión de conjunto, todo lo que hace especialmente auspicioso su debut en un cargo ejecutivo extraordinariamente relevante.
Ya ha anunciado que revisará los programas, para buscar resultados centrados en la persona y no en la burocracia que tantas veces hace más ruido y resta tanto a las verdaderas soluciones. Definió su visión del Mides como un “Ministerio de las Oportunidades”, lo que implica un cambio copernicano respecto al comité de base y acomodos que fue durante la gestión frentista. Su éxito será el de toda la sociedad, que espera políticas sociales de verdadero impacto positivo en los más vulnerables. Capacidad, honestidad y energía sin dudas están garantizadas.