El panorama político uruguayo surgido de hace cinco años dejó claramente establecido que, en materia política, hay dos grande sectores de la ciudadanía que hoy definen: el Frente Amplio surgido allá por el año 1971, y la Coalición Republicana, cuya aparición se remonta apenas al año 2019, con dos socios poderosos como son los partidos tradicionales Blanco y Colorado. Y en su debut electoral obtuvo una resonante victoria: se ganó no solo la Presidencia de la República (Luis Lacalle Pou) sino que se obtuvo mayoría parlamentaria en ambas cámaras. Allí estaban también el flamante Cabildo Abierto y el Partido Independiente. Y funcionó muy bien durante ese mandato. Fue un éxito y demostró que se puede.

Pero, cinco años después, el triunfo dejó su lugar a la derrota; en forma bastante ajustada pero derrota al fin. Y cambiaron sus roles: ahora no se trata de gobernar todos juntos, sino que lo que ocurrirá a partir del próximo 1° de marzo está rotulado como “oposición”. Es el papel que deberá jugar a partir de esa fecha y es completamente distinto al desempeñado hasta ahora.

Es más: es un papel más difícil y no ha empezado a funcionar muy bien. A la hora de la derrota el hombre busca echar culpas a otro y en esa discusión puede llegarse a molestias que dividen y pierde fuerza el factor de unidad que es la Coalición Republicana, el gran bastión de la democracia en este país.

Y son, nada menos, que las dos principales fuerzas de la Coalición (Partido Nacional y Partido Colorado), las que dan el mal ejemplo haciendo públicos sus problemas internos.

El senador Javier García, líder de la principal fuerza política del Partido Nacional, reclamó “cuidar la unidad partidaria” cuando se le consultó por las rispideces entre su compañero de sector, Sebastián Da Silva y el intendente de Paysandú, Nicolás Olivera. Su mensaje fue clarísimo: “Si la unidad es importante en la victoria, es mucho más importante cuando el viento nos pega de frente. No agreguemos peleas de dirigentes, agreguemos oído a los militantes”, pidió García, y confirmó que habló con sus correligionarios.

En el caso del Partido Colorado las críticas vienen dirigidas a Pedro Bordaberry. Su origen es que el Partido está en pleno proceso de renovación de las autoridades, es decir, de los integrantes del CEN. El próximo sábado se reúne la Convención Nacional para sellar un acuerdo al que llegaron en estos días: el 21 de diciembre serán las elecciones. Esa fecha se alcanzó después de discusiones entre los dos bloques del partido: el de “Unir para Crecer” de Andrés Ojeda y el de “Vamos Uruguay” de Bordaberry.

Tabaré Viera señaló finalmente que “está todo bien en el partido, con diferencias y matices que son lógicos porque hay varios sectores y es un partido de hombres y mujeres libres”.

No hay dudas de que es absolutamente necesario evitar estos choques porque se necesita el máximo de unidad para enfrentar el tema electoral el año que viene. Es el nuevo desafío. Hay elecciones municipales en los 19 departamentos y en tres de ellos comparecerá -por primera vez- la Coalición Republicana como lema. Montevideo, Canelones y Salto fueron los que aprobaron en las elecciones internas la vigencia total de la Coalición en sus departamentos, lo que permitirá la presencia de partidos y sublemas que acumularán sus votos. Igual que el FA.

En una sabia decisión, la presidenta del Partido Nacional, Macarena Rubio, ya invitó a sus colegas de la Coalición para empezar a trabajar con miras a las elecciones municipales de mayo. El encuentro está programado para este martes 10 de diciembre, en el Palacio Legislativo y en principio, solo participarán los presidentes de los partidos: Gustavo Osta (secretario general del Partido Colorado), Omar Rodríguez (Partido Independiente) y Guido Manini Ríos (Cabildo Abierto). El objetivo es empezar a trabajar en los tres departamentos donde estará presente la Coalición.

Por el momento no se conocen muchos nombres en danza de candidatos. Sí el de Martín Lema por los blancos en Montevideo, mientras que en el Partido Colorado se manejan los nombres de Alejandro Ruibal y Jorge Barrera. Lo que está también en camino es el candidato del FA, donde aparece casi como inamovible el economista Mario Bergara.

Lema fue categórico en su nominación (el único por ahora). “Este proceso ya está agotado”, dijo. “Después de 35 años Montevideo está sucio, roto, oscuro y con enormes problemas financieros. La alternativa es buscar el cambio a través de la Coalición o más de lo mismo”.

El arranque tempranero y oportuno ayuda a una buena repercusión.