Recientemente, con sendos actos organizados por distintos partidos políticos se celebraron los dos años de vigencia de la ley de urgente consideración y el año en que la ciudadanía la ratificó en las urnas. Por cierto que fue un triunfo de toda la Coalición Republicana que votó unida en el Parlamento esa ley y que la defendió unida en el referéndum, obteniendo un resultado único en un contexto mundial de derrota de los oficialismos luego de los impactos de la pandemia. El pueblo uruguayo demostró que es más inteligente que los eslóganes vacíos y los partidos de la Coalición alcanzaron un hito que recuerdan y celebran con justicia.
Vale recordar que el contexto en que se desarrolló el referéndum del 27 de marzo de 2022. Recién había comenzado la invasión rusa a Ucrania y los precios de los comestibles y de la energía se habían disparado, con el consecuente impacto en la canasta básica y en el humor de las personas a lo ancho del mundo. No era, por tanto, el mejor momento para que el oficialismo tuviera que enfrentarse a las urnas, por el contrario, era uno especialmente complicado y contra el que nada podía hacerse.
Por otro lado, es necesario recordar las mentiras con que el Frente Amplio decidió hacer campaña, algo a lo que ya nos tiene acostumbrados por cierto, pero el tono y la desproporción de los engaños con que pretendieron confundir a la población no tienen parangón en nuestra historia. Alcanza con recordar algunos ejemplos que, seguramente, el lector tiene en su memoria. Ante los cambios en la educación que hoy están permitiendo avances fundamentales en números concretos como la mejora de la cantidad de egresados de secundaria se propaló la enorme mentira de que lo que se buscaba era privatizar la educación pública.
No es que estuviéramos frente a un asunto que admitía dos lecturas o dos posiciones; afirmar que se privatizaba la educación pública era una burda mentira y la sostuvieron los gremios de la educación, con el protagonismo de una Fenapes dedicada a la predica agresiva y antidemocrática desde que asumió el actual gobierno, y dirigentes frentistas de primera línea comenzado por su presidente.
También afirmaron con cara de piedra que la portabilidad numérica, vale decir, el derecho de cada persona de poseer su número de teléfono celular como ocurre en todos los países del mundo, era para perjudicar a Antel y beneficiar a las empresas privadas del sector. En la práctica se comprobó que los grandes beneficiados fueron los uruguayos que vieron cómo ganaron un derecho y, además, los precios de sus facturas de telefonía móvil descendieron abruptamente gracias a la mayor competencia. Antel, por su parte aumentó sensiblemente también la cantidad de servicios que presta y obtuvo ganancias muy importantes en el ejercicio 2022 como explicó recientemente Gabriel Gurméndez. Este caso, además de demostrar la campaña ruin y perversa que llevaron adelante el Frente Amplio, el Pit-Cnt, TV Ciudad y demás satélites de la izquierda, demuestra una vez más como la competencia beneficia a las personas y obliga a las empresas a mejorar constantemente.
Otro tema donde se mintió descaradamente fue con la posibilidad de realizar alquileres sin garantía, algo que notoriamente benefició a quienes quieren alquilar un inmueble y no tienen la posibilidad de acceder a algún tipo de garantía que los respalde. Se afirmó por parte de la dirigencia frentista y los sindicatos y cooperativas de viviendas compañeras que esto iba a conducir a que todas las personas que alquilaban estuvieran expuestas a sufrir un desalojo exprés, lo que fue un argumento especialmente deleznable dado que procuraba sembrar el miedo entre la población respecto de su vivienda. En este tema como en pocos se ve la calaña de las personas que llevaron adelante la campaña por el SÍ, a quienes no les importó hacer sufrir a buena parte de la población con mentiras despreciables con tal de intentar ganar algunos votos.
Los ejemplos podrían seguir prodigándose, como con el tema del gatillo fácil que se iba a dar y naturalmente no se dio y muchos otros, pero con lo expuesto alcanza para ilustrar el punto. El Frente Amplio y el Pit-Cnt mintieron y engañaron a la población y nadie con un poco de honestidad intelectual puede desconocer esta realidad prístina. Que la mentira descarnada haya sido derrotada es una gran noticia para el Uruguay, pero la lucha no terminó, deberá volver a ser vencida el año próximo cuando nuevamente debamos concurrir a las urnas.