Martín Lema presentó su candidatura por el Partido Nacional y la Coalición Republicana para la Intendencia de Montevideo. ¡Aleluya! Es un excelente candidato, como antes lo fue como Ministro de Desarrollo Social. En su presentación, Lema lanzó la consigna “Ya está”, y fue muy clarito en su exposición: “Es imposible seguir como estamos. Ya está dejar atrás la ausencia del gobierno departamental que lo que hace es vulnerar derechos y generar pérdida en la calidad de vida de las personas”, manifestó el abogado en rueda de prensa. Así, insistió en que ve que Montevideo “está mugrienta, rota, oscura, lenta” y, además, argumentó que “hay un cansancio que superó todos los límites”.

Todo el desastre que es hoy Montevideo tiene nombres propios, y culpas propias: se llama Frente Amplio y para colmo de males remató su historia con las más nefastas de las gestiones como fue Carolina Cosse, su “castigado” suplente Mauricio Zunino y la presentación de la candidatura lamentable de ese pésimo gestor que es Mario Bergara, que siempre está en algún cargo del FA, pero no sirve para nada, hoy con la bendición del MPP y el apoyo de grupitos hormiga.

“Un horror”, diría Frankenstein sonriente.

No hay dudas de que al ciudadano uruguayo le cuesta encarar el cambio. Parece abrazado a aquello de que “más vale malo conocido que bueno por conocer” y tiende a resignarse a una mediocridad habitual antes que apostar a mejores horizontes. Pero todo tiene un límite, y cuando se sobrepasa, ese ciudadano opta por arriesgarse y va por el cambio. Es hora de que lo haga, porque ya han atomizado a Montevideo con las basuras, las veredas destrozadas y los cientos de montevideanos que -apenas terminan los fríos- escapan del Mides y duermen en cualquier lado.

Veamos un poco, ¿cuánto hace que la capital de los uruguayos está en guerra por una ciudad limpia?, ¿Por qué se puede recorrer cualquier otra ciudad del país y mirar con envidia las calles, las plazas, las veredas de cualquiera de ellas? No decimos nada del exterior, porque la vergüenza sería mayúscula. Se podría decir que es una cuestión de dinero. Pero el dinero aquí no falta; gracias a los gravámenes, multas (sobre todo a los automovilistas), tasas e impuestos se anda por la suma de 740 millones de dólares por año, lo que significa -ni más ni menos- US$ 2 millones por día, inclusive sábados, domingos y feriados.

Días atrás, el edil nacionalista Javier Barrios Bove, que se divirtió de lo lindo durante una comparecencia del intendente Zunino, se refirió a la Limpieza y cómo sobreviven (el FA) a base de excusas que cambian. “En los últimos 10 años tenemos:

-Que la culpa la tiene Adeom por los paros.

-Que la culpa la tiene el mayor consumo de los montevideanos que produce una mayor cantidad de basura, para lo que el sistema no está preparado.

-Que la culpa es la actitud de los vecinos que frente a un contenedor lleno no colaboran; son incapaces de caminar media cuadra hasta el otro.

-Que la culpa es de la gente en situación de calle”.

Pero, no solo los blancos o la Coalición Republicana critican duramente a la intendencia frenteamplista por el espectáculo de los contenedores desbordados en Montevideo. El que arremetió también molesto fue el ciudadano Richard Read, sindicalista de ley y un militante frenteamplista desde su albor. Molesto y cansado, arremetió contra la comuna de manera categórica: “La mugre que hay en Montevideo es galopante. Desconocerla, mirar para un costado, yo no lo hago. No barro bajo la alfombra”. En definitiva, tras 35 años del FA en la intendencia capitalina, solo cabe preguntarse ¿por qué los montevideanos tenemos una de las ciudades más sucias y desprolijas de la región y del mundo? ¿Por qué las calles o veredas de cualquier barrio pueden convertirse en depósitos de basura? ¿Por qué cada vez que llueve un poco fuerte se generan gigantescas piscinas en los alrededores de la vieja estación central del ferrocarril y otras calles?

Las expectativas están ahora en la pelea que va a plantear Lema con la Coalición Republicana y no es solo la basura: hay problemas en el tránsito (congestión y pico), hay necesidades de mayor tecnología en las paradas de los ómnibus y se debe llevar adelante una “estricta” administración de las finanzas de la IMM, actualmente en graves problemas, que de no solucionarse vendrán con la fácil de “aumento de impuestos”.

Como dijo Lema “Ya está” (o será tarde), porque todo se agravó con la gestión de Cosse.