Los Archivos sin censura

El 31 de julio de 1963 se produce el asalto al Tiro Suizo por una organización terrorista que hace su presentación en sociedad: el Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros. Hace 60 años de este episodio. Diez años después, el 27 de junio de 1973 tiene lugar la disolución de las Cámaras y el golpe de Estado por las Fuerzas Armadas: hace 50 años. El 1° de marzo de 1985, tras las elecciones realizadas en noviembre de 1984, se reinstala la democracia en el Uruguay y asume la Presidencia de la República el Dr. Julio María Sanguinetti: hace 38 años.

Desde entonces, ha habido tres gobiernos del Partido Colorado, tres gobiernos del Frente Amplio, un gobierno del Partido Nacional y este gobierno, cuyo Presidente Luis Lacalle Pou pertenece a la vieja colectividad de Oribe, pero llegó al cargo al frente de una Coalición Republicana. Y lleva poco más de tres años.

En mayo de 1996, hace 27 años Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos y otras organizaciones, hicieron la primera convocatoria y se llevó a cabo la Primera Marcha del Silencio: “Por verdad, memoria y nunca más, marchamos en silencio el día 20 de mayo en homenaje a las víctimas de la dictadura militar y en repudio a las violaciones de los derechos humanos (…) El homenaje a las víctimas no puede ser otro que el reconocimiento a través de la verdad de los hechos, la recuperación de la memoria y la exigencia de que en Uruguay nunca más existan la tortura, las ejecuciones y la desaparición forzada de personas…”

Cada vez son menos los testigos directos de estos episodios. El paso de los años -con cambio de siglo incluido- es implacable. Pero las consecuencias siguen golpeando empedernidas a la sociedad. Lo ocurrido en ese cada vez más lejano período sigue vigente: las heridas no se curan, no cicatrizan y muchos menos se olvidan. Quedan el dolor y la ausencia sin consuelo de los familiares de los desaparecidos y responsabilizan al Ejército por su silencio.

Durante 11 años, de 2009 a 2020, hubo 180 pedidos de acceso a la información en el Ministerio de Defensa por la suerte de desaparecidos durante el periodo militar. Algunos fueron respondidos, pero también es cierto que en 2011 el gobierno del FA declaró “reservados” 153 archivos del pasado reciente por 15 años y una nueva resolución de 2012, declaraba “confidenciales” otro paquete de archivos por 20 años. En estos tres años de gestión del presidente Lacalle Pou y el ministro de Defensa Javier García hubo 320 pedidos de acceso a la información. Todos fueron respondidos.

Pero además, por si quedaba alguna duda, este gobierno ayudará a conocer más de ese pasado. El jueves 18 de mayo, una fecha histórica que recuerda la batalla de Las Piedras (Día del Ejército) se envió al Parlamento un proyecto de ley con las firmas del Presidente de la República y los ministros de Defensa Nacional y Educación y Cultura, por el cual los documentos vinculados al pasado reciente que están prácticamente completados, serán de libre acceso al público a través de una sección del Archivo General de la Nación.

Este anuncio encontró -obviamente- la crítica del presidente del FA, Fernando Pereira. Para esta patética figura, reconocer algo positivo del gobierno es imposible. No le da la cabeza para otra cosa, aunque se trate de “Verdad y Justicia”. La crítica de Pereira apuntó a que la iniciativa del gobierno puede poner en peligro la “intimidad de las víctimas del terrorismo de Estado. A esas personas hay que cuidarlas y no exponerlas”, dijo y dejó una sensación de nerviosismo.

En cambio para el ministro García: “Es muy importante que haya transparencia y que se conozca toda la verdad, porque el período sin dudas es doloroso, y por doloroso que sea no quita que tengamos derecho a conocerlo y a saber sin limitaciones, sin manipulaciones, sin ediciones, sin que haya alguien por muy especialista que sea, que diga qué se puede leer y qué no se puede leer. En un país libre y democrático no hay censura y no puede haber limitaciones a la libertad del conocimiento. ¿Qué autoridad política o ética puede tener alguien para censurarnos la libertad de conocer nuestra historia?”.

“No queremos que haya un comité de censura que le diga a los uruguayos qué tienen que leer y qué no del pasado reciente”, remató el ministro.

¿Acaso hay algo que le molesta al FA con esta apertura de los archivos?

Lo que sí tenemos claro es que Uruguay necesita para seguir adelante dejar de estar mirando una y otra vez el pasado. Hace demasiados años que lo estamos haciendo.

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