Cada vez más vacío de ideas, con el fracaso que se repite una y otra vez en sus recetas para refundar el país...

Con muchas de sus principales figuras en etapa de cambio, el Frente Amplio (y el Pit-Cnt) no han encontrado otra fórmula que defienda sus sinrazones y su obsecuencia en el camino equivocado que la de apelar al tremendismo y al augurio apocalíptico que viene de la mano de todo lo que intenta el gobierno. El caballito de batalla que ha elegido son las aviesas intenciones que anima a quienes hoy están en la Torre Ejecutiva y desde su Titanic han resuelto oponerse y oponerse con una obsesión enfermiza.

Todo lo que han propuesto el presidente Lacalle Pou y la Coalición Republicana han merecido su tajante oposición como si el actual gobierno, votado por la mayoría de los uruguayos, se equivocara en todas y no embocara ninguna. Veamos.

-Se opusieron a la Ley de Urgente Consideración y promovieron un referéndum con el resultado conocido. Durante la campaña inventaron y mintieron de lo lindo sobre el apocalipsis que caería sobre el país.

-Se opusieron al proyecto de Reforma de la Seguridad Social con similares argumentos. No presentaron ninguna propuesta para solucionar el problema que se viene.

-Se opusieron a la reforma educativa, al cambio del ADN en la educación que había prometido el expresidente Tabaré Vázquez antes de su segundo mandato. Abundaron (y pueden seguir) huelgas y paros, pero ninguna idea para mejorar el nivel educativo de la enseñanza pública.

-Se opusieron al acuerdo con la empresa belga Katoen Natie para la explotación de la Terminal Cuenca del Plata del Puerto de Montevideo. El Tribunal de lo Contencioso Administrativo acaba de pronunciarse rechazando el recurso del sindicato portuario.

-El presidente Luis Lacalle Pou anunció que el gobierno iba a modernizar mediante la asociación con un actor privado el rubro pórtland en Ancap. Hace mucho tiempo que el tema del pórtland genera graves pérdidas al ente que pagan todos los ciudadanos. El tema no hizo más que provocar disputas entre la empresa estatal y el sindicato con el apoyo del Frente Amplio. El Tribunal de Cuentas le dio el visto bueno al proyecto del gobierno, pero siguen insistiendo.

-El gobierno plantea una inversión para mejorar el tema del agua potable con la construcción de una segunda planta de OSE en Arazatí, San José, para renovar el suministro a Montevideo y su zona metropolitana, sobre todo en caso de escasez de ese líquido vital. El Frente Amplio y el sindicato de OSE se oponen.

-Y en este absurdo político que vive hoy el país llegamos al colmo de la estupidez, la mala fe y el embuste: el gobierno detectó que la Coordinadora Popular y Solidaria Ollas por Vida Digna no distribuía como debía los alimentos que les eran entregados. Que “al menos 68 ollas populares no funcionaban o nunca funcionaron” y que muchas de ellas lo hacían derecho viejo en comités de base. Incluso que “existen denuncias por parte de exintegrantes de la Coordinadora Popular y Solidaria, de apropiación indebida por parte de integrantes de la red”, lo que derivó en la denuncia penal correspondiente.

Mientras la intendente de Montevideo, Carolina Cosse, que días antes había colgado en Twitter “hay que apoyar, no cuestionar a quienes sostienen las ollas” optó por hacerse la distraída y se calló la boca, Fernando Pereira, el presidente del FA, salió a criticar al ministro de Desarrollo Social Martín Lema. El mismo Lema se encargó de responderle: “No se puede hacer demagogia con situaciones de tanta vulnerabilidad. O empieza a estudiar los temas o deja la demagogia”.

Pero Pereira recibió también la respuesta del presidente Lacalle Pou. “De ser cierto y confirmarse, es una actitud miserable”, apuntó. “Estamos hablando del hambre de los uruguayos, de gente que necesitaba alimentarse. ¿En serio parece lógico defender la existencia de esas cosas?

“Se hizo eso con el alimento que teóricamente iba para la gente, si se mintió descaradamente, si se hizo proselitismo y además en algún caso si se comercializó, estamos ante un acontecimiento miserable y triste. Y nosotros vamos a ir hasta el hueso”.

No hay la menor duda. Si la justicia se pronuncia y su fallo recoge las denuncias, estaremos ante uno de los casos más miserables de la dignidad humana: personas que roban la comida que les da el Estado para repartir y dejan sin comer a los destinatarios, que son los más vulnerables.

Esta es la solidaridad del Frente Amplio.