Como todos los años, el equipo de redacción de El País eligió los “personajes del año”, para su especial de Que Pasa de cierre del 2024. Usted dirá: ¡”Qué originales”! Y probablemente tenga razón. Pero el desafío de llenar páginas (y editoriales) con temas de interés en estas épocas del año es bastante complejo, y reclama alguna dosis de empatía, como se dice ahora.

De todas formas, el resultado de esta selección deja cosas muy interesantes, y dice mucho sobre el estado de ánimo del país en este año que termina. Un detalle a tener en cuenta es que la selección no es abierta, sino que al ser por voto entre los periodistas del diario, es un reflejo bastante preciso del interés de un grupo, de eso que ha dado en llamarse el “círculo rojo”. O sea, la gente que está en el mundillo que marca opinión en la sociedad uruguaya.

En el listado aparecen figuras obvias, como pueden ser Luis Suárez en el año de su retiro de la selección de fútbol. Yamandú Orsi, a poco de ser electo presidente o Andrés Ojeda, después de encabezar la campaña más disruptiva de la reciente elección. Incluso elementos tecnológicos como el ya famoso ChatGPT, que promete cambiar la vida tal como la conocemos.

También aparecen otros inesperados, como Fede Vigevani, un youtuber ignoto para la mayoría de los uruguayos mayores de 40. Sin embargo, su impacto es tan fuerte que acaba de llenar el Arena de Ciudad de México para un show. Un párrafo textual de la nota de Rodrigo Guerra ilustra un poco sobre el personaje: “Durante este proceso, su contenido se profesionalizó y giró hacia retos virales y humor con tintes de terror, como “24 horas haciendo todo lo que mi perro quiere” o “pidiendo lo mismo que la persona de enfrente”.

Otro caso llamativo de esta selección de los periodistas de El País es la del conductor de automovilismo argentino Franco Colapinto. Alguien que en pocos meses en la fórmula 1 no ganó ni una carrera. De hecho casi no logró terminar ninguna, pero se convirtió en tema excluyente de una Argentina que recupera su amor propio de la mano de Javier Milei (quien no figuró en la lista). Que Colapinto sea personaje del año en Uruguay es una muestra de la obsesión de muchos uruguayos con lo que pasa del otro lado del río.

Pero hay tres personajes de los que aparecen en el listado, que ameritan más atención. El primero es Blanca Rodríguez, la expresentadora de Subrayado de tres décadas, que de un día para otro se convirtió en aguerrida espada del MPP. Si bien su en general austera expresividad al leer las noticias viraba en notorios rictus de desprecio cada vez que mencionaba al presidente Lacalle Pou, su salto tan drástico a ser senadora por un sector tan particular del FA es natural que genere polémica. Casi tanto como su frugal aporte a la hora de las propuestas en campaña, inversamente proporcional a su fruición a la hora de bloquear gente en las redes sociales.

Otro personaje llamativo seleccionado por los periodistas de El País es Alicia Lusiardo. ¿No la ubica? Es una antropóloga forense, que tuvo cierta notoriedad en los últimos meses tras la aparición de restos de desaparecidos. Una notoriedad bastante difícil de entender y que se combinó con alguna exhibición de cuestionable buen gusto. Como cuando hizo una conferencia de prensa posando junto a los fémures todavía semienterrados de Luis Eduardo Arigón, un dirigente comunista desaparecido en 1977. Incluso en tiempos de ostentación de la intimidad como los actuales, es curioso que este tipo de imagen no haya generado la molestia de los deudos del asesinado.

Por último en la selección aparece nada menos que Gustavo Salle. Aquí hay aspectos difíciles de entender. Salle es un personaje funesto, tal vez la primera expresión genuina de antipolítica que vive el país en mucho tiempo. Alguien capaz de una doble faz asombrosa: por un lado, una carrera de correcto abogado penalista, dentro del hiperestructurado sistema burocrático judicial del país. Por otro, un tirabombas, antisemita, y que mezcla en un caldero incombustible todas las teorías conspirativas que se puede conseguir en un rato navegando por internet. Alguien a quien no hay más remedio que darle micrófono, ya que lo votó una cantidad de gente, cuyos motivos bien podrían haber ameritado un informe periodístico. Pero que resulta difícil de asumir que se le otorgue todavía más visibilidad de la que es estrictamente inevitable.

En cualquier caso, esta selección habla mucho de los uruguayos, de nuestras prioridades, intereses y sensibilidades.

Y nos dio material para este editorial, cosa que se agradece.