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La buena salud del mundo universitario en ciencias sociales y humanidades es muy importante para los países centrales del sistema internacional. El diagnóstico que hacen Haidt y Lukianoff (“La transformación de la mente moderna”, 2018) para el caso estadounidense es muy preocupante.
Haidt y Lukianoff escriben que muchos jóvenes nacidos después de 1995, que fueron llegando a la universidad a partir de 2013, son frágiles, hipersusceptibles y maniqueos. No están preparados para encarar la vida, que es conflicto, ni la democracia, que es debate entre posiciones diferentes. Agregan que son generaciones que van directo al fracaso. Y narran que en muchos campus universitarios hay algo de fondo que está mal cuando se acumulan los casos de la cultura de la acusación pública, del retiro de invitaciones a visitantes-oradores, y de evaluaciones del lenguaje en términos de seguridad y de peligro.
Los autores estadounidenses señalan el daño que está causando para la libertad de pensar y de expresar libremente esos pensamientos en el mundo universitario estadounidense, la cultura de la ultraseguridad y lo que llaman el proteccionismo vindicativo, es decir, la incapacidad siquiera de confrontarse con ideas diferentes alegando de que esa exposición a lo distinto podría ser psicológicamente dañina. Y todo esto ocurre entre estudiantes, pero también entre profesores, que ven así limitadas sus posibilidades para enseñar con plena libertad de cátedra.
Los ejemplos que exponen Haidt y Lukianoff en su libro hablan de un malestar muy grande. Fue publicado en 2018, pero nada ha cambiado sustancialmente tres años más tarde: la cancel culture, por ejemplo, extendida el año pasado por Estados Unidos, tiene los mismos orígenes que esta descripción hecha para el mundo universitario. Están en juego, así, la libertad de expresión, las posibilidades de debatir a fondo sobre ideas opuestas, y por tanto, el progreso en torno al conocimiento y al saber en el mundo de las ciencias sociales.
Cuando en vez de buscar la verdad con espíritu libre, el mundo universitario se transforma en un espacio de militancia ideológico comprometido con una causa que arrasa todo a su paso, asoman las razones de un declive más general de toda la sociedad.
Este asunto es bien importante. Para cualquier país, y más para los centrales en el mundo, es muy necesario contar con teorías, herramientas intelectuales y conceptos que les ayuden a entender bien lo que está ocurriendo con los cambios de la sociedad en tiempos muy rápidos de modernización. En definitiva, ese fue el origen, justamente con la época de la modernidad, del desarrollo de materias del conocimiento que fueron ganando en autonomía y que hoy nos resultan familiares, como por ejemplo la historia o la sociología.
Cuando en vez de buscar la verdad con espíritu libre, el mundo universitario se transforma en un espacio de militancia ideológico comprometido con una causa que arrasa todo a su paso, que impide ver matices y proponer contradicciones, y que además procura acallar las voces disidentes, lo que asoma no es solamente una fuerte crisis de ese mundo universitario, sino también las razones de un declive más general de toda la sociedad.
El libro de Haidt y Lukianoff está mostrando las razones que han llevado a este nivel de confrontación ideológica tan áspero en Estados Unidos (EEUU). Y señala también que aquellas universidades de ese país que han cedido a esta ola de transformación han perdido irremediablemente su nivel universitario: han pasado a ser “lugares seguros” en donde deambulan jóvenes incapaces de confrontar ideas, en vez de ser centros de debate y de libertad en los que el objetivo no es vivir en seguridad intelectual sino desafiar certezas para ir en busca de la verdad.
Por el peso determinante que tiene EE.UU en el mundo globalizado de hoy y más en el de las publicaciones en ciencias sociales, lo que Haidt y Lukianoff denuncian en su libro tiene consecuencias que van mucho más allá del propio mundo universitario estadounidense. En efecto, la idea de limitar la libertad de expresión bajo el pretexto de que tal o cual opinión es agresiva, o la enorme influencia de las redes sociales entre nuevas generaciones que sufren mucho más que antes de depresión y ansiedad, son fenómenos que se han ido expandiendo por toda la cultura occidental.
Cada país tiene contextos diferentes, y no puede trasladarse sin más, según indican Haidt y Lukianoff para nuestro caso. Sin embargo, “La transformación de la mente moderna” es un gran libro que nos alerta sobre una evolución que, en realidad, es el camino seguro hacia el declive intelectual de nuevas generaciones que sufren este fenómeno, sobre todo en EE.UU, pero que sin duda tendrá consecuencias por todas partes del mundo.