Mientras escribimos estas líneas, el pueblo venezolano está dando un ejemplo de heroísmo al resto del mundo.

En la víspera de una ceremonia de asunción que el dictador Nicolás Maduro pretende fraguar, luego de un resultado electoral adverso que ya nadie se atreve a soslayar, los venezolanos salieron a las calles en reclamo de la asunción del verdadero triunfador, el opositor Edmundo González Urrutia.

Lo están haciendo a pesar de las continuas amenazas del régimen, que ha caído en la extrema bajeza de patotear nada menos que a la madre de la dirigente María Corina Machado, sin hablar de la censura, hostigamiento y cárcel a los colaboradores directos de quienes fueron legítimamente investidos por el voto popular.

Uruguay ha aportado su grano de arena a tan admirable reacción popular, con la decidida acción de nuestro gobierno y de las fuerzas democráticas del país. Lacalle Pou no dudó en enfrentar a Maduro en reuniones intergubernamentales. Nuestro representante en la OEA, Washington Abdala, ha hecho escuchar una de las voces más contundentes contra ese narcogobierno corrupto y autoritario. González Urrutia hizo entrega al gobierno de Panamá de las actas que confirman su victoria electoral, en un acto en el que participó nuestro canciller Omar Paganini, entre otras autoridades latinoamericanas. Y el sábado pasado, el presidente Lacalle Pou lo recibió en Suárez y Reyes, continuando una prolongada línea de adhesión explícita a la reconstrucción democrática de la nación hermana.

No llamó la atención la ausencia del presidente electo Yamandú Orsi, en oportunidad, de esa ilustre visita.

Al respecto, el expresidente Sanguinetti ha declarado a Subrayado de Canal 10 que la visita de González Urrutia “ha servido de test para mostrar una vez más las ambigüedades del FA”. Aunque Orsi “sabe que Venezuela es una dictadura”, su proceder queda condicionado por el hecho de que el Pit-Cnt es “madurista”. “Vienen lentamente reconociendo la dictadura venezolana, todo a regañadientes y no se atreven a darle la mano a un luchador democrático. Me entristeció”, admitió Sanguinetti.

Uno sigue preguntándose cuánto poder ideológico mantienen los radicales del FA, si logran que un partido que padeció tan duramente la represión de la dictadura de hace 50 años, ahora no sea capaz de solidarizarse con un pueblo sometido a una vileza semejante. Qué atisbo de empatía está dispuesto a manifestar por una nación hermana que, ante el oprobioso secuestro de Elena Quinteros de su embajada en Uruguay, hizo lo que tenía que hacer, romper relaciones con el nuestro y defender el derecho de los uruguayos a la recuperación democrática en todos los foros internacionales.

Ahora nos enteramos por el semanario Búsqueda que “el Frente Amplio no asistirá a la asunción de Maduro”. Pero no por principismo democrático, qué va. Simplemente porque, según dijo el presidente de su Comisión de Relaciones Internacionales Pablo Álvarez, “no recibió invitación”. Patético imaginar que si la hubieran recibido allí estarían, aplaudiendo al dictador, genuflexos ante el fascismo y dando la espalda al pueblo.

Como siempre en el FA, algunos dirigentes matizaron esa posibilidad expresando que la presencia en la ceremonia, de haberse promovido, hubiera debido discutirse “al menos” en la Mesa Política.

Pero igual concurren allí varios dirigentes frenteamplistas, entre ellos el exsenador del MPP Héctor Tajam. Según declararon a Búsqueda, “la invitación que recibieron obedece a que son integrantes de la Red de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad (sic), una organización creada e impulsada por los exmandatarios Fidel Castro, Hugo Chávez y Evo Morales”.

En el país de Rodó, Vaz Ferreira, China Zorrilla y Estela Medina, es bueno saber a quiénes asigna el chavismo el rótulo de “intelectuales y artistas”.

Está siendo también de la partida el comunista Rony Corbo, que como “veedor” en las elecciones truchas de julio pasado, denunció un “intento de golpe de Estado orquestado por la oposición fascista de Venezuela”.

Habrá que aguardar que estos personajes no manejen las relaciones internacionales del país, durante los próximos cinco años, pero poco se sabe. De ciertos intelectuales se puede esperar cualquier cosa…

Ayer, un lector que se identifica con el nick Mayo1969 escribió como comentario a una de nuestras columnas algo muy cierto: “Sin el coraje ‘a lo Winston Churchill’, hoy occidente, estaría repartido a partes iguales entre nazis y comunistas”. Triste verdad.