Ni me callo, ni me voy

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Cuando se enfrentan intereses poderosos hay que estar preparado para las calumnias, los operativos de desprestigio, la infamia y la canalla.

Cuando se enfrentan intereses poderosos hay que estar preparado para las calumnias, los operativos de desprestigio, la infamia y la canalla.

Fui avisado oportunamente que me estaba metiendo con ese tipo de intereses corporativos, políticos y económicos cuando decidí enfrentar el conflicto médico de Florida hace unas semanas atrás. La respuesta del presidente del Sindicato Médico del Uruguay, el Dr. Julio Trostchansky, que es quien los representa, no se hizo esperar. Primero fue el domingo pasado, sin nombrarme, en su cuenta de Twitter que dijo que había un senador al que algunos medios lo anunciaban como pediatra y que no lo era y por lo tanto debía aclararlo. Más tarde y ante críticas que empezó a recibir, se defendió diciendo que no era que yo lo dijera sino que otros lo decían y debía aclararlo para evitar “comerme un garrón”. Algunos de sus socios hasta pusieron en duda mi condición de médico. Como me pareció manifiesta ridiculez y él mismo decía que en todo caso de lo único que era culpable era de no “aclarar” aunque nada hubiese afirmado, lo llamé a su celular. No me atendió. Le mandé entonces un mensaje por WhatsApp pidiéndole que me llamara. Al día siguiente una secretaria llamó a mi despacho diciendo que el doctor se encontraba en Buenos Aires y que vendría el viernes y me llamaría. Es decir que desde Bs.As. escribía en Twitter y comandaba el canallesco operativo pero no podía dar la cara y contestar el teléfono. Tiraba la piedra, escondía la mano y huía. Su dilación hasta el viernes era porque el semanario Brecha sale ese día y era ese el instrumento.

Como todos lo saben soy médico, cursé todo el posgrado de Pediatría, aprobé la monografía y debo aprobar la prueba final del posgrado que la debo. Todo esto es de hace muchísimos años, de hecho no ejerzo la profesión desde hace por lo menos 12 años. Por eso mi Currículum Vitae oficial, no el de Wikipedia, dice “doctor en Medicina”. Es el que está publicado en la página oficial del Parlamento. El Dr. Trostchansky lo sabe muy bien y como sabe perfectamente de mi conducta de honor, tiró la piedra y escondió la mano. Seguramente algunos periodistas que no están al tanto de los detalle, viendo mi orientación profesional y varios de mis proyectos de ley (muerte inesperada del lactante, enfermedad celíaca, vacuna del HPV, alimentación saludable en escuelas) así piensan, a pesar que en las decenas o centenas que hice en mi trabajo casi nunca me anuncian así y solo me presentan como legislador. Parece todo tan infantil, si no fuera que es tan perverso.

Cuando sucedió el conflicto de Florida el presidente del SMU, en insólita y demostrativa expresión, puso en su cuenta de Twitter una foto del desembarco aliado en Normandía. Era ese “su” desembarco en el interior. Así lo denunció el propio presidente de Comef, Dr. González, en el Parlamento. Atrás de eso venía el “desembarco” de poderosos intereses económicos y la pelea descarnada por poder político en el interior usando de rehén a los gurises de Florida. Eso es lo que está detrás de esta canallada y bajeza, sabiendo, como saben, que así es.

Si cree Trostchansky que me voy a callar y que me intimida, que sepa que se equivocó. Esto me da fuerza para seguir en la lucha y enfrentar a las poderosas corporaciones y a sus intereses que no se preocuparon de poner en riesgo la atención de los gurises de Florida por poder, dinero y política. No pierda tiempo.

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Javier García

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