Uno de los saludos más calurosos que recibió el presidente electo Orsi ha sido de Lula da Silva. No es para menos, el envejecido líder brasileño se jugaba muchísimo en las elecciones uruguayas. En caso de no ganar el Frente Amplio, quedaba completamente solo en un Mercosur que ya respira otro aire, y no parecía dispuesto a sostener el proteccionismo anacrónico, que sólo defiende la industria brasileña. Un saludo que es clara mala noticia para la producción nacional.