Hace algunos días, en el marco de la conmemoración del Día Nacional de Prevención del Suicidio, y como complemento a las acciones de política pública presentadas por organismos integrantes de la Comisión Honoraria, el MSP difundió en redes sociales dos videos con testimonios de superación personal.
Como lamentablemente se ha hecho costumbre en este último tiempo, algunas voces, con mala o selectiva memoria, encontraron en estos spots una nueva excusa para criticar al gobierno.
Iniciativas de estas características no son nuevas en la comunicación del MSP, tanto en este gobierno como en anteriores. El marco del 17 de julio siempre ha sido una oportunidad para accionar, en términos de comunicación, respecto a una problemática que marca un desafío gigante para el Uruguay.
Obviamente, en una materia de esta relevancia, es necesario mucho más que comunicación. Por eso, vale la pena repasar algunas de las acciones impulsadas por el MSP y otros organismos del gobierno en este período, que se enmarcan en la Estrategia Nacional de Prevención del Suicidio 21-25.
Por iniciativa del Subsecretario de Salud Pública José Luis Satdjian, durante el año 2021 se convocó a integrantes de la academia y organizaciones sociales para plantear mejoras y cambios en la política pública sobre el tema.
Los temas de salud no pueden encontrarnos divididos, buscando como tirar la primera piedra.
Entre las principales recomendaciones que surgen de este trabajo, está modificar y actualizar el FRO, formulario utilizado a nivel sanitario para el registro de los intentos de autoeliminación. Uruguay, un país en el que el conocimiento estadístico a nivel sanitario es de avanzada, cuenta con un enorme subregistro en lo que respecta a los IAE. El proceso que ya está en curso, permitirá identificar una población de especial riesgo y que requiere un seguimiento estricto por parte del sistema de salud.
A su vez, el MSP conformó en 2022 grupos departamentales de prevención del suicidio en todo el país, integrados por el sector sanitario, social y educativo, con el objetivo de marcar acciones particulares con perspectiva local y descentralizadora. Se suman a ello, a partir de julio, capacitaciones para profesionales del primer nivel de salud en cooperación con el Banco Mundial.
En lo estadístico, se destaca una gran evolución en este último tiempo, involucrando al INE entre otros, para comprender más sobre el fenómeno y tener la información actualizada casi en tiempo real.
A estas acciones del sector sanitario, se suman otras de corte comunitario y social. Entre ellas, las que impulsamos desde el Instituto Nacional de la Juventud con apoyo de Unicef, dirigidas a adolescentes y jóvenes. Entre agosto y octubre, en el marco de una campaña integral bajo la consigna “Ni silencio, ni tabú”, se estarán impulsando más de 200 talleres en todo el país, acciones de comunicación masiva, y la puesta en funcionamiento de un portal Agesic con información validada y centralizada en la materia dirigida a jóvenes, sus padres y educadores.
Las temáticas de salud mental no pueden encontrarnos divididos, buscando cómo y en qué momento lanzar la primera piedra. En un desafío que lo requiere, salgamos de nuestras trincheras para empujar todos juntos los cambios necesarios.