Adrián Capelli y el aprendizaje como bandera para llevar a Aguada a lo más alto

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Adrián Capelli. Foto: Francisco Flores.

LIGA URUGUAYA

Llegó al club de la Avenida San Martín cuando las papas quemaban, lo sacó campeón y ahora va por redoblar la apuesta en la Liga Uruguaya de Básquetbol.

Cuando a fines de 2019 Miguel Volcan dejó de ser el técnico de Aguada, la directiva no demoró en encontrar un sustituto y de inmediato nombró a Adrián Capelli. El momento del club no era el mejor: una quita de puntos lo dejaba comprometido en el ingreso directo a los playoffs de la Liga Uruguaya de Básquetbol 2019-2020.

El argentino de 51 años que había tenido una notable campaña con Olímpico La Banda de Santiago del Estero, equipo con el que fue semifinalista de la Liga Nacional Argentina, concretó su retorno al básquetbol uruguayo después de cinco años.

El desafío era grande y a su vez, difícil. Pero le hizo frente. El rojiverde jugó la reclasificación y se metió en los playoffs, pero se vino la pandemia de coronavirus y ya nada iba a ser como antes.

Adrián Capelli
La fortaleza de Aguada"Si tengo que destacar algo me quedo con la fortaleza del plantel. El hecho de volver a jugar y estar juntos en una burbuja nos permitió estar más unidos y más fuertes para ir en busca del campeonato”.

“Fue un aprendizaje permanente, porque todo cambiaba en poco tiempo. Hubo muchas reuniones, trabajos de los profes con el grupo porque en el primer parate los chicos entrenaron en sus respectivas casas y eso fue lo más duro, pues transcurrió mucho tiempo y había mucha incertidumbre respecto a lo que podía llegar a pasar. Después, cuando nos pudimos juntar nuevamente, tampoco fue fácil, pero sí muy diferente, dado que el hecho de estar dentro de una cancha y juntos era otra cosa, pero eso no duró mucho y se volvió a suspender la actividad. Hubo que reacomodar todo de nuevo. Se fueron los extranjeros y no fue nada fácil la vuelta entrenando en espacios abiertos con trabajos individuales, porque no podía haber contacto. Por eso te repito: fue todo un aprendizaje constante, diario y de mucho esfuerzo de todos los involucrados”, le contó Adrián Capelli a Ovación.

Adrián Capelli. Foto: Francisco Flores.
Adrián Capelli. Foto: Francisco Flores.

Y cada técnico llega con su librito. Capelli no fue la excepción. Pero la situación tampoco era la mejor. Aguada armó un plantel con figuras para rodear a su gran estrella, Leandro García Morales; tres extranjeros de muchísima calidad y algunos jóvenes que buscaron aportar su granito de arena.

“La idea que intenté llevar a cabo en parte se pudo plasmar, pero sobre todo porque cuando uno llega a un lugar o a un equipo, hay que ver y analizar todo. Aguada estaba en un momento en el que no pretendía estar y lo primero que hice fue preguntar e indagar mucho a ver qué era lo que estaba pasando, porque te tenés que acomodar a esas situaciones. Si no, perdés. Basados en eso buscamos siempre mejorar en base al plantel que había y hoy puedo decir que muchas cosas pude insertar y se cumplieron, y que por supuesto hay otras que debemos seguir mejorando. Por eso el objetivo es trabajar esos aspectos en esta nueva etapa para mejorar porque como entrenador busco siempre la perfección, aunque no tengo dudas de que permanentemente hay cosas para mejorar y en ese camino estamos”, explicó el argentino, quien no llegó de paracaidista al básquetbol uruguayo, ya que supo dirigir a la selección entre 2014 y 2015 y también a Atenas, al que guió a las semifinales de la Liga Uruguaya 2014-2015.

Adrián Capelli, el entrenador de Aguada que continuará en el club. Foto: Estefanía Leal.
La hinchada"No tener a nuestra gente en la tribuna fue una lástima porque hubiera sido espectacular que nos acompañaran en un momento así. De todas maneras siempre sentimos el cariño y el apoyo por mensajes y redes”.

Pero a pesar de ser conocedor del medio local, Adrián Capelli afrontó el reto de agarrar al campeón que iba por más. “Era un hermoso desafío por ser un club como Aguada y por contar con un plantel de jugadores con muchísima trayectoria, ganadores y por sobre todo jugadores que siempre buscan ir por más, que no se conforman con todo lo que lograron, y eso es lo más lindo de todo, lo más bueno, porque en este caso puntual siempre digo que cuando tenés la posibilidad de dirigir un grupo con tanta experiencia y tanta trayectoria y son profesionales que van por más, te facilitan mucho las cosas. Y a mí me las facilitaron. Jamás tuve un problema con ellos ni ellos conmigo. Por eso se merecen este logro que se consiguió”, remarcó el técnico.

Y si bien el plantel rojiverde cuenta con muchos jugadores de esas características que describió el entrenador, también hay jóvenes. “El hecho de que los más chicos tengan la experiencia de jugar con gente más grande y de trayectoria es algo muy bueno para ellos y también para el cuerpo técnico, porque para mí es fundamental tener un balance entre la experiencia y la juventud. En ese sentido en Aguada pudimos lograr algo muy bueno y utilizar lo mejor de cada uno para el beneficio del equipo”.

Pero el camino no fue fácil. Si bien los de la Avenida San Martín eran uno de los serios candidatos, aparecieron varios equipos con las mismas pretensiones y luego de eliminar en cuartos de final a Olimpia 3-1, llegó Nacional en lo que para muchos era una final anticipada en una serie que empezó el 24 de noviembre y que finalizó el 16 de febrero con un 3-2 para el rojiverde.

“Esa serie contra Nacional la planificamos muy bien porque a pesar de no haber podido entrenar con normalidad hubo tiempo, pudimos ver cómo jugaban y sobre todo, cómo teníamos que jugar nosotros y qué debíamos hacer. En eso nunca tuve dudas a la hora de planificar porque todos los jugadores me demostraban día a día que estaban capacitados para lograr objetivos grandes”, dijo Capelli.

Germán Fernández y Adrián Capelli. Foto: Estefanía Leal.
El fuego cruzado entre jugadores"El tema de las declaraciones de los jugadores fue para nosotros algo aislado. Nunca perdimos el foco y teníamos los objetivos bien claros. Ellos siempre trabajaron para poder salir campeones de la Liga”.

En la final el rival de Aguada fue Trouville, que estaba lejos de la inversión económica del rojiverde, pero con un plantel con muchos jóvenes del club y tres argentinos no dio batalla por perdida en ningún momento de la serie, incluso tras la lesión de su figura, Federico Mariani. “Tuvimos a un gran equipo como rival y sabíamos que en ningún momento nos podíamos relajar. Eso siempre nos mantuvo con la concentración alta. Pero lo mejor que tuvimos fue el grupo: todos los jugadores tenían el objetivo bien claro, la mirada estaba puesta en cada partido y no tengo dudas de que eso nos llevó a ser los mejores del campeonato”.

Adrián Capelli. Foto: Francisco Flores.
Adrián Capelli en la Rambla de Punta Carretas. Foto: Francisco Flores.

Pero cuando todos pensaban que aparecía la escoba, Trouville dio una muestra de carácter y ganó el tercer juego. Capelli recordó ese momento y explicó: “Empezar una final como la empezamos fue espectacular, pero teníamos claro de que esa no era la diferencia entre un equipo y otro, lo que lleva a desenfocarte. Por suerte el segundo punto también lo ganamos, aunque costó más, pero salimos a jugar algo más tranquilos el tercer partido y no era lo que fuimos a buscar, pero nos recuperamos, dominamos el cuarto juego, tuvimos concentración y lo cerramos bien para ser, a mi gusto, justos ganadores”.

Tras la consagración de Aguada, el plantel y el cuerpo técnico se tomaron una semana de descanso, pero varios siguieron entrenando porque el 15 de marzo arranca una nueva Liga Uruguaya.

Adrián Capelli en Aguada
Básquetbol Uruguayo"Al básquetbol uruguayo lo veo muy bien y la verdad no le encuentro muchas diferencias hoy en día con el argentino. No solamente hay jugadores muy buenos acá, sino que también llegan extranjeros de calidad”.

Capelli gozó de unos días de tranquilidad, alejado de la presión y disfrutando de su cable a tierra en Montevideo: la Rambla. “Me gusta mucho recorrerla y salir a caminar. Dependiendo del tiempo y las ganas, salgo una hora, hora y media. Desde el primer día que llegué a Uruguay me encantó y me despeja mucho la cabeza. Es una zona hermosa”.

Ahora, la apuesta se redobla y Aguada va por más. Adrián Capelli también. Buscará nada menos que el tricampeonato: “Conociéndome y conociendo a los jugadores, apuntamos a ser protagonistas, pero no nos tenemos que volver locos. Sabemos que hay equipos que se armaron muy bien y que van a ser competitivos. Por eso debemos estar enfocados al máximo como hasta ahora para estar en el pelotón de los de arriba”.

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