ENTREVISTA

Los partidos ante Brasil y Chile, por la eliminatoria para elMundial de básquetbol, fueron el final de una temporada larga para el base celeste Bruno Fitipaldo (30).

Ahora, ya culminada esta etapa, disfruta de unos días de descanso en Uruguay para visitar familia y amigos, a quienes en un año que pareció más extenso los extrañó “bastante”. Luego viajará para tener un poco de desconexión junto a su novia. Después de haberse coronado campeón de la Basketball Champions League con su equipo Tenerife, el basquetbolista llegó a Montevideo para seguir el largo camino de la selección por una plaza en el Mundial.

El primer partido del Antel Arena, ante Brasil, fue derrota; para el segundo la selección encontró una mejor versión y logró vencer al combinado chileno. “Volver a jugar en Uruguay, que hace tiempo que no podía, me gustó mucho y me gusta mucho cada vez que tengo la chance de hacerlo”, confesó el base Bruno Fitipaldo a Ovación.

“Lo disfruté mucho, nos hubiera gustado ganar los dos partidos, principalmente porque vino muchísima gente a apoyarnos y darles una alegría hubiera estado buenísimo, pero creo que igualmente nos sirvió mucho haber ganado un partido porque nos permite seguir en carrera para llegar al Mundial”, reflexionó.

En los próximos juegos la selección uruguaya de básquetbol tendrá contendientes muy poderosos: Estados Unidos y Puerto Rico. Sobre eso, el base aseguró: “Serán muy difíciles, creo que todo el clasificatorio es muy difícil para nosotros; la segunda fase, más incluso. Ahora tenemos que prepararnos bien, tenemos tiempo para descansar”.

“Personalmente recién terminé la temporada con el partido del domingo. Estoy con ganas de desconectar y volver después en la pretemporada con muchas ganas y encarar lo que viene”, comentó.

Para el buen rendimiento deportivo, el base que fue multicampeón con Malvín necesita descansar. “Hay que desconectarse en un 100% de lo que es el trabajo o la exigencia del día a día y para volver y encarar mucho más fresco”, enfatizó.

La carrera del uruguayo sigue en la liga de básquetbol española, al menos por dos años más en el equipo de Tenerife (Islas Canarias), club en el que se siente muy contento.

Sobre cómo es la vida en las Islas Canarias, Fitipaldo sostuvo: “No puedo quejarme, es un destino divino. Puedo combinar el trabajo —que en este caso es el básquet, que me permitió encontrar un club impresionante, muy serio, ordenado, con mucha ambición y con el que además logramos objetivos junto a un grupo humano buenísimo como el que formamos— en lo que es un verdadero paraíso, donde se puede vivir en verano los 12 meses del año, con playas y lugares preciosos. A eso se suma que la gente de la isla es muy parecida a nosotros, así que la verdad es que tuve mucha suerte en fichar en Tenerife”.

La vida de isla, señaló, hace que los viajes desde allí sean siempre un poco más largos que los que hacen los demás equipos, pero es el precio por tener una vida tranquila, en donde el ritmo descontracturado es un gran beneficio. “Hay otra felicidad en general, el clima influye. Estar todo el año con buen clima, hace que la gente se reúna y esté siempre en un estado de festejo o bienestar. También está precioso el tener un día o rato libre y tener tantos lugares para conocer”, destacó.

Fitipaldo ya jugó cuatro temporadas en la Liga ACB. Primero lo hizo en San Pablo Burgos y luego pasó a Tenerife.

Respecto a su experiencia y adaptación indicó: “Principalmente quise llegar a esta liga porque es la más competitiva y la mejor fuera de la NBA. Era un objetivo profesional más que nada. Sin embargo, para mi vida personal, creo que es el lugar donde me estoy sintiendo más cómodo”.

La cultura, la gente y la manera de vivir hacen que Fitipaldo se sienta muy a gusto en España y que extrañe menos la vida en Uruguay. “Otros lugares en los que estuve fueron más difíciles”, aseguró.

Sin embargo, no todo fue color de rosas. Al jugador uruguayo le tocó vivir la pandemia de COVID-19 en España, donde durante mucho tiempo el confinamiento y toque de queda fue muy intenso. “Fue difícil, estuvimos 50 días, por lo menos en mi caso, sin poder salir de la casa y con muchas restricciones de verdad. No había libertad para nada”, reveló. “Por suerte eso quedó bastante atrás y ya terminó, pero fueron momentos muy difíciles que vivimos”.

 El basquetbolista cumplirá el próximo 2 de agosto 31 años y aún tiene sueños por cumplir en su carrera profesional. “Por suerte siempre tenemos anhelos. Creo que jugar un Mundial con Uruguay y lograr esta clasificación sería algo enorme para mí y para Uruguay”, destacó.

Además, sigue queriendo ganar títulos con su club: “Este año por suerte gané mi primer campeonato, mi primer título en Europa que fue increíble y me gustaría seguir ganando más”, concluyó.

“Que los jóvenes o la gente, me tomen como referente de este grupo me genera orgullo”, confesó el base que está hace 12 años en la selección uruguaya.

"Estar en la selección ya es importante para mí, siempre lo vi como un logro importantes poder estar entre los elegidos”, confesó Fitipaldo sobre su lugar.

"Hace como 12 años que estoy en la selección, me sigue poniendo contento cada vez que vengo y disfruto de las ventanas”, comentó sobre la celeste.

“Hay jóvenes que están empezando con muchísimas ganas, que seguramente algún consejo, ayuda o simplemente escucharlos”, dijo el referente.