LIGA URUGUAYA
El presidente rojiverde contó cómo se trabajó junto a toda la directiva en un proyecto de 10 años que tiene como objetivo posicionar al club siempre entre los mejores.
Falta más de una hora para que empiece el cuarto partido final de Aguada en el Antel Arena ante Trouville. El presidente Alejandro Mazzeo ya llegó al escenario y en su silla de ruedas se desplaza hacia el sector destinado a los dirigentes para colgar su bandera. Es un ritual. El hincha no muere jamás. Ni estando en la directiva la pasión que despierta el rojiverde se deja de demostrar. Y él es un fiel reflejo de eso.
Más allá de que lo reconoce como un error, lo disfruta. Cuando hay que alentar, alienta, canta y grita. Cuando tiene que trabajar por el club, trabaja. Y lo hace con mucho amor y ganas, pero también con esa cuota de profesionalismo que hoy en día se necesita para poder trascender y triunfar.
“No soy un presidente con los estándares normales. Me gana el hincha. Cuando veo a Aguada soy demasiado apasionado y no lo disimulo. No me molesta ir con la camiseta, llevar la bandera, un buzo o cantar y alentar. La verdad que me divierto mucho más como hincha que como dirigente porque es como un cable a tierra. Pero cuando no juega el equipo, me junto con los dirigentes para tratar de profesionalizar y buscar la vuelta para darle un valor a nuestro club que ya de por sí lo tiene, pero no se estaba aprovechando como se debe y creo que ahora vamos por buen camino”, le contó Mazzeo a Ovación.
Y ese cambio de paradigma el club se lo trazó hace 10 años. Cuando Flavio Perchman asumió la presidencia en 2011, todo cambió. Mazzeo se sumó a esa directiva y la institución comenzó a transitar un camino bastante diferente.
Años de incertidumbre marcaban la actualidad de un club que no terminaba de afianzarse en Primera División. Una temporada de buena campaña luego terminaba con otra peleando por la permanencia y hasta incluso perdiendo la categoría.
Por eso la forma de gestionar al club cambió. Lo comenzaron a ver como una empresa y para eso, nada mejor que empresarios. “Los últimos tiempos no habían sido buenos y por eso desde hace 10 años nuestra perspectiva como dirigentes fue otra, porque buscamos darle la vuelta para que un club grande como Aguada, el más popular del básquetbol uruguayo a mi entender, pudiera participar dignamente de los torneos y, sobre todo, ser competitivo”, recordó.
La historia cambió. En la temporada 2010-2011 el rojiverde llegó a semifinales y repitió esa instancia en la siguiente Liga Uruguaya de Básquetbol, hasta que en la 2012-2013 rompió la racha de 37 años sin títulos y levantó la copa de campeón.
Inversión. Gestión. Permanecer en un sitio de privilegio y lograr mantener las buenas campañas. Ese fue el comienzo de algo que muchos soñaban, pero que no imaginaban. “Nuestro primer cometido era estar siempre en los playoffs, pero después que le agarrás el gustito a eso, querés más. Se pudo quebrar esa racha de 37 años sin campeonatos y ahora vivimos este hermoso pasaje de cuatro finales en los últimos cuatro torneos, ganando dos consecutivas”, dijo Mazzeo, que no se siente tan a gusto cuando le hablan de la palabra inversión y así lo explicó: “Cuando escucho esa palabra no me suena tan linda porque no es que se invierte con el fin de armar un equipo y ser campeones. Se invierte con el fin de ubicar al club donde puede colocarse. Nosotros manejamos a la institución de la mejor manera posible para que no sea un tema de inversión de un año sí y al siguiente no o si alguien se cansa y se va. Detrás del club hay una marca que es Aguada y la estamos tratando de elevar con nuestros socios, auspiciantes y allegados porque el objetivo es darle valor a la marca para poder contar con los recursos necesarios para competir y además, que los que apoyan se sientan identificados, contentos y con ganas de invertir en el club como está pasando ahora”.
El plan está funcionando a la perfección. Aguada es bicampeón de la Liga Uruguaya de Básquetbol y el club va por más, pero Alejandro Mazzeo le pone paños fríos a la euforia del momento. “En lo personal no busco el tetracampeonato, pero todos queremos ser campeones uno, dos, cuatro, 10 años seguidos. De ahí a conseguirlo es otra cosa. Tenemos que ir torneo a torneo y si se presenta la chance de definirlo, buscar ganar, por supuesto. Hay que soñar siempre con un título, pero de a poco y siempre con los pies sobre la tierra”.
Nacido en una familia de sangre roja y verde
“El amor por Aguada es sanguíneo. No hay otra explicación. En mi familia o sos de Aguada o no pertenecés más”, contó entre risas Alejandro Mazzeo recordando cómo nace el amor por la institución que ayer celebró sus primeros 99 años de vida.
“Mis abuelos paternos y maternos vivieron en lo que era el conventillo de la calle Marmarajá y atrás de eso estaba la cancha del club. Desde esa época siempre vivieron en el barrio. Después mis padres se mudaron a San Martín y Domingo Aramburú, nací yo y después todos en la familia: primos, tíos, hijos, nietos y por consiguiente nuestros respectivos matrimonios, todos somos hinchas de Aguada, no hay otra chance”, contó el presidente rojiverde, que se unió a la directiva en 2011 bajo la presidencia de Flavio Perchman y que desde 2014 ya fue elegido durante tres períodos para comandar a la institución de la Avenida San Martín. “Llegué a la directiva por el hecho de ser hincha. Jamás tuve una contienda política ni la voy a tener porque no es mi intención. El día que alguien esté dispuesto a seguir con esta antorcha por este camino que estamos transitando yo seguiré ayudando sin tener que figurar como presidente como lo hice desde que soy hincha, sponsor y dirigente”.
Un proyecto que se gestó hace 10 años
Siempre se dice que lo importante no es llegar, sino mantenerse. Y Aguada tiene ese desafío desde aquel recordado título en la temporada 2012-2013 de la Liga Uruguaya de Básquetbol.
El club rojiverde viene sosteniéndose con planteles competitivos y un modelo de gestión que le permite luchar siempre las primeras posiciones del torneo.
Las marcas apoyan y hay retorno. El ida y vuelta es muy bueno y así lo explicó Alejandro Mazzeo: “Yo soy de los que piensa que hay que darle algo a la otra persona que quiera estar e invertir en el club porque no es solo por amor a los colores. Nosotros somos los encargados de luchar como desde hace 10 años para que el apoyo a Aguada tenga un valor agregado siempre”.
“Hay que lograr que las empresas que acompañan en todos estos años no se quieran ir porque se sienten identificadas con un club que les da un retorno y una visibilidad mayor si es que podemos pelear por cada torneo que jugamos”, agregó el presidente.
Por último, Alejandro Mazzeo fue claro al nombrar a los auspiciantes y empresarios que apoyan a Aguada: “Las personas en lo individual tienen un tiempo limitado para apoyar y se desgastan, por eso nuestro plan es manejar al club lo más parecido a una empresa para que no nos falten recursos”.