Redacción El País
Después de más de siete meses desde que comenzó la temporada regular a fines de octubre, este lunes se terminó la Liga Uruguaya de Básquetbol con la consagración de Aguada como el nuevo campeón.

El Aguatero le ganó a Peñarol 88-71 la quinta final en el Antel Arena y conquistó su cuarto título de LUB, pero onceavo a nivel nacional si se cuentan los siete trofeos del Campeonato Federal que obtuvo durante el siglo XX.

El camino a su décimo primera estrella comenzó incluso antes del inicio de la temporada, cuando Germán Cortizas recibió en su plantel al quinteto galáctico de campeones de la Liga, conformado por Donald Sims, Luis Santos, Victor Rudd, Santiago Vidal y Diego Pena García, cinco bicampeones con Biguá en 2021 y 2022.

Se trato de un movimiento "gana campeonatos" en el mercado de pases, que dejó en claro que Aguada iba por todo, aunque de entrada sabía que tendría un rival a vencer: Peñarol, que también invirtió para ir por el título y trajo desde Europa sin escalas a Jayson Granger.

El primer partido de la temporada fue justamente contra el Carbonero, cuando en su cancha de la Av. San Martín lo derrotó por un ajustado 77-76. Pasaron los meses y los dos equipos se consolidaron como los más parejos de la Liga, y terminaron primero y segundo con la misma cantidad de victorias (24 en 32 partidos) al término de la fase regular y la Liguilla de los seis primeros.

Además, de los cuatro enfrentamientos entre sí que jugaron previo a los playoffs, ganaron dos cada uno y tres de ellos por un punto de diferencia.

El segundo puesto de la clasificación final emparejó a Aguada con Malvín para los cuartos de final, el séptimo de la fase regular. El equipo de Cortizas pasó la escoba y con un contundente 3-0 (91-67, 83-81 y 100-95) sacó boleto para enfrentar a Nacional en semifinales.

La llave contra el tricolor estuvo marcada por la baja de Eric Anderson, pivot y figura de Nacional que se quebró un dedo antes del primer juego. Aguada ganó el primero de local (115-101), el Bolso pudo sobreponerse a pesar de llegar diezmado y ganó el segundo (89-98), pero los dos siguientes fueron del Aguatero (92-87 y 97-82) para liquidar la serie 3-1 y pasar a las finales.

Las finales fueron, como no podía ser de otra manera, contra Peñarol, y el espectador neutral disfrutó cinco partidazos entre los dos equipos. Pero la experiencia del plantel aguatero marcó la diferencia en los cierres de los dos primeros partidos y encaminó el campeonato con un cómodo 2-0, el primero en el Palacio y el segundo en Av. San Martín.

Al tercer punto llegó la caída. Peñarol se hizo fuerte ante su hinchada y ganó el que tenía que ganar para seguir con vida, y puso la serie 2-1 con la ilusión de llegar emparejados al Antel Arena.

Sin embargo, restaba otro juego en Aguada y allí el local también se agrandó. Fue un triunfazo para ponerse 3-1 y quedarse a una victoria del título, mientras que el rival debía ganar tres al hilo.

Aguada y Peñarol fueron los dos mejores equipos de la Liga, pero el equipo de Germán Cortizas demostró en estas finales que la jerarquía y experiencia de su plantel, está un escalón arriba y es capaz de ganar estas finales por un aplastante 4-1, para levantar otro trofeo más.