Redacción El País
El domingo por la noche se jugó la primera final de la Liga Uruguaya de Básquetbol entre Peñarol y Aguada en el Palacio Cr. Gastón Guelfi, que fue escenario de un partido de alto voltaje y de mucha fricción entre los dos equipos más fuertes de la temporada. Así se vivió adentro de la cancha (en un juego que se decidió por un solo punto y en los últimos segundos) y también en las tribunas.

Como lo rige el protocolo de seguridad, en el Palacio solo hubo parcialidad aurinegra y una reducida delegación de Aguada, que debió abandonar el recinto apenas terminó el partido. Los aguateros casi no tuvieron tiempo de festejar el agónico triunfo, porque la última pelota fue una bandeja que Salvador Zanotta no pudo convertir para dar vuelta el marcador, que le ahogó el festejo a todos los hinchas aurinegros que había en las tribunas. Cuando sonó la chicharra que marcó el final y la victoria visitante, se desató un clima hostil y cayeron proyectiles en la cancha, que pudieron impactar a jugadores o colaboradores que estaban allí.

Sin embargo, el presidente de la Federación Uruguaya de Baskeball (FUBB), Héctor Assir, dijo a Ovación que “a la Federación no le llegó nada” relacionado a alguna posible sanción. Vale recordar que por delante hay otra final en el Palacio y dos en la cancha de Aguada, todas con únicamente público local.

Días atrás, cuando tanto Peñarol como Aguada decidieron jugar las primeras cuatro finales en sus respectivas canchas, Assir manifestó que ambos clubes deberían pagar una multa por el compromiso que tenía la FUBB con el Antel Arena.

No obstante, en diálogo con Ovación afirmó que ahora están negociando con las dos partes para “seguir adelante”.