LIGA URUGUAYA
Se buscan alternativas para presentar a las autoridades sanitarias y conseguir ponerle punto final a un torneo que comenzó en 2019.
Mientras los casos positivos de COVID-19 siguen aumentando y con ello cada vez son más bajas las posibilidades de que el 18 de diciembre el gobierno nacional habilite el regreso de los deportes bajo techo, la Federación Uruguaya de Básquetbol (FUBB) evalúa la posibilidad de crear una burbuja sanitaria para que la Liga Uruguaya de Básquetbol (LUB) tenga finalmente su cierre.
Es así que se manejan dos alternativas: una jugar en Paysandú y otra hacerlo en Flores. Hay, no obstante, más de un obstáculo que sortear, pero el principal sería los costos, ya que se debe financiar el traslado y el hospedaje de las cuatro delegaciones, los árbitros y las autoridades.
El martes 1° de diciembre, a minutos de que comenzara un irregular partido por el segundo punto de semifinales de la LUB entre Nacional (1) y Aguada (0), el gobierno decidió suspender la disputa de todas las actividades deportivas bajo techo. Esto impidió que se jugara el choque entre tricolores —que lo iban a afrontar con chicos de entre 14 y 16 años porque tenían a varios integrantes del plantel principal con COVID-19 y al resto del equipo cuarentenado— y aguateros. También quedó postergada la serie en la que Urunday y Trouville están 1-1.
Burbuja en el interior
Desde entonces comenzaron a evaluarse por parte de las autoridades varias alternativas y la que tiene más adeptos es la de promover una burbuja sanitaria en un lugar específico, tal como lo hizo por ejemplo la NBA en Disney.
Luego de varias evaluaciones la situación se decantó en elegir dos posibles sedes: Paysandú y Flores. ¿Cómo es la situación epidemiológica en estos dos departamentos?
En Paysandú había hasta el domingo a la noche solamente seis casos activos, mientras que en Flores había únicamente tres. Por lo tanto, las condiciones desde lo sanitario estarían dadas.