POLÉMICA
El fuego cruzado entre algunos jugadores de Aguada y Trouville encendieron la polémica y le ponen picante a una serie que puede resolverse esta noche.
En partidos en los que las pulsaciones están a mil y la cabeza solo piensa en ganar y solamente ganar, a veces hay equivocaciones que exceden lo deportivo. Y es normal. Nadie tiene la receta de la perfección.
Las finales de la Liga Uruguaya de Básquetbol 2019-2020 dieron otra muestra de que siguen existiendo varios aspectos a mejorar y conductas que cambiar. Siempre se está a tiempo.
Por eso, esta noche (21.15, Antel Arena) los protagonistas serán los encargados de dar un mensaje, en el triunfo o en la derrota, para empezar a cambiar ciertas actitudes que los terminan perjudicando.
Luego de la segunda final que Aguada le ganó a Trouville por 96 a 94, Leandro García Morales encendió la polémica con algunas declaraciones hacia sus colegas: “Yo no soy mala leche y lo que sí sé es que hay muchos jugadores acá en la vuelta que lo único que tratan de hacer es pegarme hace muchos años”.
En caliente, el escolta de Aguada fue duro con sus rivales. Quizá algo exagerado y eso generó rispideces que más adelante quedaron confirmadas, pero también el jugador de 40 años fue crítico con las personas que nada tenían que ver con el partido: “Empieza todo el mundo a gritar y a faltar el respeto, incluyendo los dirigentes de Trouville y toda la gente que viene del club. Entiendo las ganas que tienen de ganar, entiendo que peleen todas las situaciones con los árbitros y que alienten a sus jugadores, pero no estoy de acuerdo que sigan faltando el respeto”.
El clima quedó caliente y luego de la finalización del primer tiempo del tercer partido que quedó en manos de Trouville por 87 a 78, Federico Soto respondió esas declaraciones de Leandro: “Lo que ha hecho en los últimos años es ‘basurear’ a los otros y más que nada a los juveniles, así que, será un crack, pero es un sorete”.
En caliente, el juvenil del rojo de Pocitos fue duro y se descargó en pleno partido. Pero tras el encuentro, García Morales le atribuyó el hecho a “la adrenalina del juego y supongo que también es parte de la inexperiencia de muchos chicos que están haciendo sus primeras armas”.
Más picante. Más polémica. Las redes explotaron. Los hinchas discuten y pelean, de un lado y del otro.
Muchos se preguntan qué pasaría si esto ocurría con las tribunas llenas, pero pocos se preocupan por ser parte de la solución a un problema que de una manera u otra, genera violencia, esa que muchos dicen querer erradicar.
Esta noche los jugadores volverán a ser los protagonistas en una final caliente, pero con la obligación de dar un mensaje claro. ¿Lo lograrán?