Fue un golpe sobre la mesa. Malvín derrotó 89-66 a Hebraica y Macabi en el primer juego de la serie de semifinales y el panorama parecía desalentador para el macabeo luego de una derrota tan abultada. Pero Leonardo Zylbersztein comenzó a construir a nivel colectivo desde ahí y sus dirigidos terminaron revirtiendo la serie 3-1 para convertirse en los primeros finalistas de la Liga Uruguaya.
En diálogo con Ovación, el DT contó cómo empezó a planificar después de aquella caída: “Lo primero fue analizar a partir del video y mostrarles más que nada el tema energético del equipo. Nosotros en el primer partido veníamos de un desgaste grande de la serie anterior con Peñarol y entramos con la cabeza bastante débil a jugar la semifinal”, inició.
Y añadió: “A partir de ahí la serie dependía de la energía y la actitud que nosotros pusiéramos y después algunas acciones tácticas que tratamos de darle a los jugadores para ayudarlos a ejecutar mejor: a los jugadores de Malvín les costaba más jugar con la izquierda que con la derecha, había que estar mucho más cerca en los pick and roll y tener un poco más en cuenta que los jugadores más importantes de ellos eran los perimetrales y a partir de eso ellos generaban mucho juego”. A nivel ofensivo, el estratega de Hebraica entendía que la clave era pasarse más la pelota porque detectaba que el rival tenía jugadores importantes en ofensiva, pero a la hora de defender “estaban un poco perdidos”. El macabeo se potenció y luego empató la serie al ganar 88-82 con Luciano Parodi como gran figura.
“Tuvo un segundo partido totalmente desequilibrante con 34 puntos y en los demás asistió mucho a sus compañeros. Nosotros no necesitamos un jugador que haga 34 puntos, pero sí que pueda hacer la mitad y generar lo demás para el equipo”, dijo Zylbersztein sobre su capitán, a quien elogió por su gran “incidencia” en el equipo.
Ya con la cabeza en la final, el rival puede ser Nacional o Biguá, pero el DT del macabeo tiene claro que la identidad no se negocia: pretende que su equipo sea “duro” en defensa y letal en ofensiva con jugadores que “saben jugar al básquet”.
Ocultar la lesión de Parodi fue parte de la estrategia
En la antesala del cuarto partido ante Malvín, Hebraica y Macabi recibió una mala noticia: Luciano Parodi sufrió una distensión menor, sin rotura fibrilar, pero quedó descartado para un juego decisivo. “Como capitán del equipo él quería estar cambiado para estar con sus compañeros y eso se valora muchísimo. Y en esos tres días que tuvo el equipo para preparar se sin él, el equipo respondió”, contó Zylbersztein, quien sabe que tenerlo en cancha siempre es mejor. Para su propio equipo y por lo que condiciona al rival. Por eso fue parte de la estrategia ocultar la lesión: “Lo hablamos con el grupo y los dirigentes porque lo importante era que ellos mantuvieran el foco sobre un jugador que no iba a estar. Me parece que fue una sorpresa para ellos”, dijo.
Haller, un líder que dio el paso hacia adelante
Más allá de que el rendimiento de Parodi capta todas las miradas, Hebraica tiene jugadores que aparecieron en los momentos críticos. Uno de ellos es Federico Haller: “Él conoce su rol, ha trabajado todo el año de muy buena manera. Siempre le dije que estuviera preparado, que en algún momento le iba a tocar, como le tocó en esta serie, dar un pasito para adelante. Entrenó duro para ponerse a la par de sus compañeros y luchó como uno más”, dijo Zylbersztein.
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