CARLOS MONTAÑO
Tabaré estuvo en la cima del Torneo Metropolitano desde el inicio del certamen. Obtuvo veintiún triunfos y sólo sufrió cinco derrotas. La designación de Daniel Ciechanovecchi como técnico y el armado del equipo que hizo el entrenador, tanto en la elección de jugadores como en los lineamientos técnicos y tácticos, fueron las bases fundamentales del logro de los grises que en la temporada 2006-2007 volverán a participar en la Liga Uruguaya.
Sebastián Vázquez, ala pívot de Tabaré, el mejor jugador del torneo no ocultó su enorme felicidad: "Llegamos al partido con una carga de presión importante. No por sentir la responsabilidad sino por la ansiedad de darle a toda la gente de barrio y a la institución, el título de la forma en que lo deseaban. Jugando con todo, en la contención y teniendo contundencia en ataque como en los últimos seis partidos. Considero que la diferencia la establecimos con la marca que empleamos. Maniatamos a los rivales y llegamos con mucho resto al final del campeonato. Esto es lo más grande que me pasó en mi vida como deportista. Integré el plantel de Olimpia Vicecampeón Federal y fui campeón del torneo Sub 23, pero subir con un club de tan rica historia es algo que me enorgullecerá siempre".
El alero, Federico Cámpora, otras de las figuras sobresalientes destacó que el campeón se hizo valer en todos escenarios: "Desde que llegué a Tabaré me sentí bárbaro. Conseguimos el título merecidamente. Triunfamos en todas partes, en canchas que otros no pudieron hacerlo. Capaz que les faltó algo para ganar... La divisional es muy dura y desde que actúan jugadores de primera se hizo más emocionante y competitiva. Por eso el mérito de Tabaré es mayúsculo. La consagración fue el resultado de jugar colectivamente, de desenvolvemos con ese sentido en todos los aspectos.".
Johny Rodríguez, el pelilargo guerrero en los tableros fue de los que desató más algarabía: "Estoy loco de la vida con la victoria. Nos entregamos en cuerpo y alma. No dejamos nada afuera de la cancha. Supimos disimular la falta de centímetros debajo del cesto con mucha intensidad y disciplina defensiva. Uno valora lo que consiguió cuando observa a gente de Tabaré de varias épocas, emocionada".
La Copa del Torneo Metropolitano 2005 lleva el nombre de un gran dirigente desapreciado físicamente: Nelson Reinaldo. Su hijo, Leonardo (ex base de Tabaré), hoy presidente del club del Parque Batlle, subrayó que: "Este campeonato me llegó más que cualquier otro campeonato. Cuando a la copa se le dio el nombre de mi viejo. quería que el trofeo quedará en nuestra sede. Creo en el destino. No podía garantizar que iba a lograr el título. Sé lo es el básquetbol. Estuve años adentro de la cancha, pero lo que exhibió el equipo basquetbolísticamente me dejó asombrado. Los vi entrenar bien todos los días. Normalmente los cuadros se empiezan a quedar un poco en las últimas fecha por lesiones o cansancio. Tabaré, en cambio, fue una aplanadora. Traté de trasmitir lo que hasta hace poco viví adentro de la cancha. Me sentí muy cómodo. Ser presidente de un club te lleva muchas hora de trabajo. El año pasado hicimos un esfuerzo bárbaro y descendimos, pero nos recuperamos. Seguiremos haciendo lo máximo para recaudar fondos y ser competentes en la próxima Liga Uruguaya. No queremos jugar más al sube y baja"