Redacción El País
La segunda final de la Liga Uruguaya de Básquetbol terminó con victoria de Aguada sobre Peñarol por 97-90, en otro partidazo más entre los dos mejores equipos de la Liga, que dejó otro final caliente entre dos de los protagonistas: Jayson Granger y Santiago Vidal, quienes mantuvieron un duelo aparte durante el juego y dejaron una polémica en el final que dará de qué hablar.

Aguada comenzó dominando el partido en los dos primeros cuartos en los que llegó a sacar una ventaja máxima de 11 puntos, y aunque a Peñarol se lo notaba incómodo con la intensidad que planteaba el equipo local, se mantuvo a tiro gracias a un gran caudal de puntos del propio Granger y dos buenas rachas de Emiliano Serres y Joaquín Osimani.

El aguatero se fue al descanso largo con cinco puntos de ventaja sobre Peñarol, y fue en el momento que sonó la chicharra del mediotiempo cuando se dio el primer cruce entre Granger y Vidal. El número 4 de Aguada se le fue arriba al 11 aurinegro y este lo apartó de un empujón. Cuando otros jugadores de Aguada amagaron con irse encima de Granger, Vidal se interpuso ante ellos quitándole trascendencia. La cosa quedó ahí.

Peñarol salió enchufado al tercer cuarto y aparecieron las figuras de Jy'lan Washington y Shaquille Johnson para el repunte aurinegro, en el cuarto que más sufrió el equipo local. Pero sin embargo, también se mantuvo en partido gracias a un infernal partido anotador de Donald Sims, que terminó ovacionado con 45 puntos en su cuenta personal.

Pero fue a mitad de ese tercer cuarto cuando se dio el segundo cruce entre los dos protagonistas de la polémica. En una jugada de ataque de Peñarol, Granger estaba abajo del aro y Vidal, desde atrás, se le fue encima y le gritó en el oído. El jugador de Peñarol reaccionó con un leve codazo, que hizo caer aparatosamente a Vidal y permaneció varios segundos en el suelo sosteniéndose el pecho.

Los árbitros revisaron la jugada y sancionaron: falta técnica de Vidal (por ir a buscar a Granger cuando la pelota corría por otro lado), equivalente a un tiro libre; y falta antideportiva de Granger (por el codazo), equivalente a dos tiros libres y pelota para Aguada.

Granger erró su libre y Vidal embocó los dos. A pesar de que no modificó el trámite en ese momento, era el comienzo de una batalla psicológica que comenzaba a ganar el de Aguada.

Finalmente, cuando Peñarol parecía dominar el partido y el tanteador a pocos minutos del final, Victor Rudd —que no había estado fino tirando en prácticamente todo el partido— sacó dos triples de la galera y dio vuelta la historia. El equipo de Marcelo Signorelli no supo reaccionar, la hinchada de Aguada empujó desde las tribunas y Peñarol terminó perdiendo la segunda final. Es decir, comienza la serie perdiendo 2-0 y en con un panorama comprometido para obtener el título: debe ganar cuatro de los siguientes (e hipotéticos) cinco partidos.

Con el ambiente caldeado, como cada partido entre estos dos equipos, sonó la chicharra, Aguada festejó y la impotencia se apoderó de los jugadores de Peñarol, que en un par de posesiones perdieron la chance de empatar la serie de visitantes. Pero sobre todo, la impotencia exasperó a Jayson Granger, que reaccionó contra el rival que tuvo entre ceja y ceja durante todo el encuentro: Santiago "Pepo" Vidal.

Apenas terminó el partido, Vidal intentó saludar a Granger pero el de Peñarol le negó el saludo y quedó hablándole de cerca. Enseguida se metió Ignacio Xavier entre los dos para separar y seguido intercedieron más personas.

Granger se apartó pero sin sacarle los ojos de encima, y mientras retrocedía le hizo la seña de revólver dos veces, y después se llevó el pulgar al cuello y lo siguió señalando, como dejándole en claro que las señas iban dirigidas hacia él.