Estuvo con la pierna derecha estirada y boca abajo, mientras llegaba una ambulancia al gimnasio de Larre Borges. “¡Pa!”, ese fue el grito de asombro de los enfermeros al ver la herida en la altura de la nalga de Marcel Souberbielle (31) tras ser cortado por un cartel en pleno encuentro entre Larre y Malvín del pasado lunes 30 de octubre por la segunda fecha de la Liga Uruguaya.
Todo se gestó en una acción común y corriente de juego. “Penetré, intenté llegar al aro y no me dio. Quedé encerrado sobre la línea de fondo y traté de jugar el balón. En ese envión me di contra la pared y había un cartel. Fue un toque mínimo. Al momento de regresar a la defensa me toqué y sentí algo raro”, explicó el basquetbolista a Ovación.
Souberbielle notó que tenía el short y la calza rota, y sangre en la mano. A raíz de ello, salió del campo de juego para que lo pudieran atender. Él tenía la clara idea de volver a la cancha para ayudar a sus compañeros del elenco playero a conseguir la victoria, aunque eso no pudo ser. “Les decía que me pusieran algo para que pudiera volver. Sin embargo, me dijeron que no iba a regresar y en ese momento me di cuenta de que era algo más grave de lo que pensaba”, relató.
La situación molestó y mucho a Souberbielle. No solo por el hecho de que debió salir del partido, sino porque todo se originó “por algo externo al deporte”.
“Te imaginás que un jugador de fútbol se corte por un fierro del arco; acá es lo mismo. Cómo te vas a cortar con un cartel”, enfatizó molesto.
Sin chances de volver al partido, hubo otro ítem que lo sorprendió: no había una ambulancia cerca del gimnasio de Larre Borges cuando la Federación Uruguaya de Basketball (FUBB) tiene un acuerdo con una mutualista.
Desde la FUBB le indicaron a Souberbielle que el acuerdo es para que atiendan a jueces y a básquetbolistas, pero no para que haya una ambulancia en cada cancha.
Souberbielle esperó cerca de media hora para que llegara una ambulancia. Al recordar eso, mencionó otros casos donde no hubo una emergencia móvil en una cancha y algún basquetbolista la necesitó rápido.
“El otro día Alex López se cayó, se dio un golpe muy feo en la cabeza y no sé cuánto tiempo esperó para que llegara la ambulancia. En la Liga pasada le abollaron la cabeza a Frank Hassell y no había una ambulancia”, rememoró con asombro.
Asimismo, especificó que estas “situaciones se tienen que cambiar ya; hay que cuidar a los protagonistas” de este deporte profesional.
Ni bien arribó la ambulancia al gimnasio de Larre Borges, los enfermeros atendieron a Souberbielle y lanzaron un grito. El alero se asustó y les pidió que le sacaran una foto para ver la herida. La primera reacción del basquetbolista fue de mucha bronca por lo sucedido. Tal es así que usó esa imagen para responder un comentario en X (Twitter) por lo que vivió en la cancha del equipo de La Unión. “¡Un cortecito nomás! ¡Vamo arriba nuestro básquetbol e infraestructura!”, escribió.
Al otro día del hecho, utilizó sus redes para evidenciar su enojo. “Lo qué pasó ayer en cancha de Larre no puede quedar así en la nada. Es una vergüenza”, expresó.
El exjugador de Nacional decidió exponer esta situación en las redes sociales por una razón: “Porque me comí un garrón y no quería que todo esto quedara en nada”.
Trece puntos de sutura le dieron a Souberbielle. Los médicos le aconsejaron estar un mes afuera para completar la recuperación. Tantas fueron las ganas que tenía de jugar que se probó, se sintió bien y estuvo a la orden para el siguiente partido de Malvín: fue ante Nacional.
“No me gusta victimizarme, pero quiero que se tome consciencia. Porque si el filo de ese cartel me hubiese agarrado en otra parte como, por ejemplo, en un tendón del brazo o de la pierna y no puedo jugar más, ¿qué hago?”, puntualizó.
Después del accidente, Souberbielle recibió varios mensajes del mundo del básquetbol. Desde directivos de Larre Borges, integrantes de los Basquetbolistas Uruguayos Asociados (BUA) y muchos más.
Unos días antes del percance del alero de Malvín, un jugador de Danubio también tuvo un contratiempo con el mismo cartel en la cancha de Larre en el juego ante Montevideo por la Divisional Tercera de Ascenso (DTA). “Es como todo lo que pasa en Uruguay: sucede algo malo y ahí recién lo van a cambiar”, dijo Souberbielle.
A partir de estas dos situaciones, el jugador de Malvín estableció que todos los basquetbolistas deben mejorar rápidamente en un aspecto: fortalecer su gremio.
“Los jugadores nos vamos a tener que unir para que se cumplan con ciertos requisitos y en determinado tiempo. Y si no se cumplen tendremos que, por ejemplo, parar la Liga”, esgrimió.
La experiencia que tiene en lesiones
Marcel Souberbielle nació en Nueva York (Estados Unidos), aunque a los cuatro años su familia decidió venir a Uruguay para criarlo ahí. “Soy un uruguayo más”, recalcó.
Siempre tuvo en claro una cosa: su amor por el básquetbol. Tal es así que hizo todas las divisiones formativas en Malvín. No obstante, en 2010 tomó una resolución muy importante en su vida: se fue a un campamento en Estados Unidos para poder jugar al básquetbol.
“Malvín tenía un equipazo en esos años y sabía que no iba a pisar la cancha. Entonces se dio la chance de entrar a un campamento en Estados Unidos. Además, me dieron una beca para la Universidad de Indiana”, precisó.
En 2014 volvió a Uruguay para formar parte del plantel profesional de Malvín. En la temporada 2014-2015 ganó su primera Liga Uruguaya con el Playero.
En 2017-2018, Malvín fue campeón de la Liga al vencer en las finales a Aguada por 4-3. El mejor jugador de esos partidos fue Souberbielle.
El alero pasó por un episodio insólito en el último juego: se rompió el tendón de Aquiles y no había una ambulancia en el Palacio Peñarol. “Me llevaron en un taxi a una clínica a hacerme una ecografía”, dijo. Esa fue su primera experiencia con las lesiones y “la mediocridad de nuestro deporte”.
En 2019 Souberbielle dejó Malvín y arribó a Nacional.
Su pasaje por el tricolor fue hasta 2022 y en ese último tiempo se rompió los ligamentos de la rodilla. Al finalizar su vínculo, Souberbielle seguía en plena rehabilitación y estuvo casi un año sin cobrar. “En el básquetbol los jugadores no tenemos estatutos. Si te lesionás y se termina tu contrato, marchaste”, señaló.
“En el fútbol, si un jugador se lesiona y se le está por terminar el contrato, el club se lo renueva hasta que se recupere. Debe darse un cambio en el básquet”, dijo.
Por la experiencia que tiene, Souberbielle hizo un mea culpa y sostuvo que ya habló con el presidente de la BUA, Mateo Sarni, para tener una mayor participación. “Tengo con qué aportar y hay cosas que no pueden seguir así”, marcó el alero.
Marcel Souberbielle hizo un análisis de todo lo que ha vivido en su carrera con un fin: mejorar el producto del básquetbol uruguayo.